La peculiaridad de la salida de la cofradía del Caminito concitó ayer la atención del público en las inmediaciones de su capilla, ubicada en Isabel la Católica. Allí mismo, en la calle, se terminaba de montar el paso al no poder hacerlo en su sede canónica debido a sus escasas dimensiones. El paso con el grupo escultórico de la Virgen de las Angustias y el Cristo yacente en sus brazos, dirigido por el veterano José Luis Pájaro, iniciaba entonces su andar, no sin antes dedicar el capataz la primera levantá por la salud de un veterano cofrade como Rafael Ruso, que fuera hermano mayor de la cofradía de las Siete Palabras. Sobriedad en el paso y en sus cargadores. Rezos para darse ánimos antes de abordar la estación de penitencia que debía devolverles a la capilla alredor de las 00.30 horas.

En la esquina esperaba el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, acompañado por varios miembros del Partido Popular en Cádiz, entre ellos Teófila Martínez, María José García Pelayo, Ignacio Romaní y Juan José Ortiz, alcaldable para los comicios municipales de 2019. Luego, la comitiva ministerial se trasladó a la puerta de la Iglesia de las Descalzas, en la plaza de Argüelles, donde se estaba formando el cortejo de penitentes. Fue allí donde el ministro, que conversó con el presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, Juan Carlos Jurado, y tras recibir una medalla de la hermandad, ordenó una levantá. Como anfitrión ejercía el hermano mayor del Caminito, Pablo Chaves, militante del PP y ex concejal en el Ayuntamiento de Cádiz.

El paso, con acompañamiento de la Capilla Musical Trivium de Sevilla, siguió su camino para dar la vuelta a la manzana, donde se incorporaría, en el Rebaño de María, en la calle Costa Rica, la nutrida penitencia. Como cada año, las religiosas entonaron unos cánticos. Volvió la procesión por la calle Honduras para buscar de nuevo Isabel la Católica con destino a la plaza de San Francisco.