educación

El valor del intercambio cultural para los niños

  • Satisfacción en el colegio Casal Carrillo por el encuentro con alumnos y profesores estadounidenses de la DGF Elementary de la Base Naval de Rota

Los intercambios culturales enriquecen a los ciudadanos, más cuando se trata de niños y las diferencias comienzan por el propio idioma. Un encuentro de esta índole ha vivido el colegio Casal Carrillo, donde han recibido a un grupo de estudiantes del colegio de Primaria de la Base Naval de Rota. "Estamos muy satisfechos por el resultado", reconoce la directora, Milagrosa Acosta, que avanza que devolverán la visita el 2 de junio.

La cita se preparó con esmero y comenzó en el gimnasio del centro educativo, espacio que normalmente utilizan para las actividades especiales. Como en otras ocasiones se había trabajado intensamente en la decoración. Entre los motivos escogidos destacaban dos manos enormes cada una con los colores de la bandera de los dos países: Estados Unidos y España. "Se han colocado al fondo del gimnasio", detalla Acosta.

Más tarde, los alumnos de cuarto y quinto de Primaria del DGF Elementary se dividieron en tres grupos de quince en clases de cuarto, quinto y sexto de Primaria. En cada aula estaban atendidos por una profesora del centro americano y una profesora del Casal Carrillo para poder desarrollar el encuentro tanto en inglés como en español. La idea era que los alumnos hablaran en ambos idiomas con fórmulas sencillas para darse a conocer como la presentación, el lugar donde vive, la edad, el cumpleaños o las aficiones. "What's your name?... Mi nombre es... Where do you live?... Yo vivo en... When is your birthday?... Las aficiones: I like to watch TV, swimming...", pone de ejemplo la directora sobre las conversaciones que los menores han practicado.

La comida no podía falta en esta cita cultural, por lo que se las familias habían llevado elaboraciones típicas españolas como tortilla de patatas, empanada o ensaladilla, que los invitaron degustaron con mucho gusto.

De vuelta al gimnasio era el momento de una actividad más movida, que de nuevo servía para practicar el inglés y el español. Las profesoras estadounidenses guiaron un baile típico en el que hay que seguir órdenes -paso a la derecha; a la izquierda o mano arriba-. Después fueron los docentes españoles lo que tomaron el testigo para hacer bailar a los estudiantes con una canción en la que también había que seguir unos pasos.

Los pequeños se marcharon con un diploma de recuerdo, y el director del DGF Elementary y las profesoras con una placa.

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