obras en el ayuntamiento | tras 18 meses de intervención, afloran los resultados

La rehabilitación, por dentro

  • Las obras del Ayuntamiento avanzan también en el interior del edificio, donde se está a punto de concluir la intervención en las salas isabelina y mozárabe con un resultado espectacular

Año y medio llevan ya en marcha las obras de rehabilitación del Ayuntamiento y, en todo este tiempo, los isleños han visto como poco a poco, día tras día, ha ido cambiando el aspecto de su edificio más emblemático a medida que avanzaban los trabajos, desde dentro hacia fuera. Progresivamente, el histórico inmueble ha ido dejando atrás su abandono, recuperándose de los devastadores efectos que ha causado una década entera cerrado a cal y canto y sin actividad alguna. Se ha intervenido en sus cimientos y en su estructura, se han demolido añadidos para rescatar la amplitud y grandeza de los espacios originales, de sus patios, se ha recubierto de andamios, ha resanado sus fachadas y ha empezado -tan solo en parte todavía- a mostrar su antiguo esplendor a medida que pasaban los meses y la actuación iba cumpliendo hitos.

Todavía queda para que las obras terminen. No está previsto que lo hagan -siempre y cuando todo marche según lo previsto- hasta mediados del próximo año. Pero tras 18 meses de trabajos ininterrumpidos, la intervención empieza a dar sus frutos y los resultados empiezan a verse. Tanto por fuera del edificio -la capa de imprimación que se ha dado a la fachada ha cambiado por completo ya su aspecto externo y ha dado pie a numerosos comentarios- como por dentro, donde los trabajos que se han llevado a cabo también se ha dejado notar. Y mucho.

En el interior se lleva a cabo una rehabilitación que permanece oculta a la mayoría Otro de los trabajos ha sido la recuperación del conjunto escultórico de la fachada principal

La del Ayuntamiento no es una obra fácil, en ninguno de los sentidos. El tiempo que ha tardado en darse forma al proyecto y en ponerse en marcha da buena cuenta de ello. No solo es la actuación más importante del mandato, sino también la inversión más elevada y complicada que hasta ahora ha asumido el Ayuntamiento por su propia cuenta y riesgo, sin contar con la colaboración de ninguna otra administración, lo cual no deja todavía de sorprender habida cuenta de su indiscutible relevancia patrimonial e histórica. Sobre todo cuando existía un convenio firmado con la Junta de Andalucía para cofinanciar la intervención que el paso de los años ha convertido también en papel mojado. El coste de la actuación -tras el último modificado de proyecto- ronda ahora los ocho millones y medio de euros, una cuantía que jamás hasta ahora el Consistorio se ha gastado en ningún otro proyecto.

Aunque merece la pena. El gobierno municipal está absolutamente convencido de ello. El Ayuntamiento no solo es uno de los principales monumentos históricos de San Fernando, un edificio singular y de especial valor arquitectónico y patrimonial, sino también el corazón de la administración local, de la gestión política y de la vida ciudadana. De ahí la trascendencia que acompaña a esta actuación que se ha esperado durante una década y que se empezó a tramitar a finales de los años 90 y de ahí también otras actuaciones, como la remodelación de la plaza del Rey, que ahora se afrontan y que comparten la misma filosofía.

Pero hay también una rehabilitación que hasta ahora no se ha visto, que permanece completamente ajena a la vista de los isleños y que discurre en el interior de este edificio histórico, por dentro de salas y dependencias singulares que llevan también cerradas más de diez años y que también, poco a poco, han ido redescubriendo su antiguo esplendor. La intervención que se ha llevado a cabo las salas isabelina y mozárabe, que según la antigua distribución del palacio consistorial se situaban entre la Alcaldía y el salón de plenos, da buena cuenta del trabajo que se está llevando a cabo en el interior del edificio, de la complejidad de la actuación y de la diversidad de facetas que contempla esta obra de rehabilitación.

Según el arquitecto que dirige la intervención, Francisco Márquez, esta actuacion está ya prácticamente acabada. Queda realmente poco para finalizar en estas salas. En las fotografías que acompañan el reportaje, y que se han realizado esta misma semana en una visita al edificio que se ha llevado a cabo para comprobar la marcha de los trabajos, se aprecia lo avanzada que está esta otra intervención, que discurre pareja a la que se lleva a cabo en las fachadas.

De estos trabajos se encargan restauradores profesionales y el resultado está siendo verdaderamente espectacular. Las salas isabelinas y mozárabes muestran ya sus paredes y techos completamente resanados permitiendo ver -en parte al menos- cómo será la imagen del Ayuntamiento por dentro cuando acaben las obras de rehabilitación.

Este equipo de especialistas ha intervenido también en la recuperación del conjunto escultórico y del escudo de la ciudad que corona la fachada principal del Ayuntamiento, que en parte ha quedado visible hace unos días después de diez años oculto por una estructura que se encargaba de protegerlo. Para muchos ha sido todo un descubrimiento. Y también se han encargado de la retirada del azulejo del Sagrado Corazón de Jesús que estaba situado en la fachada del edificio consistorial, un trabajo que, además de polémico, ha sido bastante delicado por la naturaleza de las piezas de cerámica, su antigüedad y su estado de conservación, en el que evidentemente han influido las condiciones ambientales a las que ha estado sometido: el sol, las altas temperaturas, la lluvia...

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