San Fernando

Todo a punto sí, pero sin gestión

  • Finaliza la actuación en el Parque de la Historia y el Mar con las pruebas de estanqueidad de las piscinas · Hasta siete empresas se han interesado por la explotación, pero sigue sin haber una fórmula

Cuatro metros y medio de profundidad y 18 en su diagonal más ancha. Su capacidad es de un millón de litros de agua salada. Es la piscina principal del acuario que forma parte del parque de la Historia y el Mar. Hace poco más de un mes que este gigantesco espacio, tematizado por la empresa Blenius, como el resto de las 18 piscinas, está lleno de esta agua salada para realizar las pruebas de estanqueidad. Pruebas superadas, a la vista está. Era el último paso de esta actuación, dilatada en presupuesto y en el tiempo, a la que aún le queda presupuesto y tiempo por dilatar. En total, 1,6 millones de euros de los que el Ayuntamiento tendrá que aportar la mitad y la empresa que se encargue de la gestión la otra. Pero eso es otra historia.

De momento, las instalaciones cuentan en su espacio exterior con un amplio aparcamiento techado a un lado junto a la figura natural de un estero y al otro, con cargo a los fondos del Plan E, se ha construido una explanada que podrá utilizarse tanto para actividades como para exposiciones al aire libre. Cuenta además con la posibilidad de acceso de embarcaciones debido a que se ha incluido en la obra una rampa. El aspecto interior del mismo evidencia el paso del tiempo de unas dependencias concluidas pero vacías. El polvo se ha instalado en la tarima de madera que embellece todo el espacio y que conforma la segunda parte del Parque.

Porque estas dependencias no serán solo un acuario sino también un museo dedicado al mar, que contará con al menos tres salas en las que podrán exponerse distintos contenidos, algunos de ellos, explicaban desde el Ayuntamiento, tendrán carácter permanente, y otros no tanto, con la intención de captar el renovado interés del visitante. Una de las salas, la que se encuentra en la primera planta, tiene varias bocas de luces que permiten una iluminación natural a un espacio de casi mil metros cuadrados. Otra de las salas, en cambio, tiene un tipo de suelo que facilita la instalación del cableado propio para la creación de una zona interactiva.

En la segunda planta, por otra parte, hay una cámara oscura que se sitúa justo al lado de la terraza exterior. Dos pisos por debajo de esta terraza se encuentra la que se supone será zona de restauración, en la que también se contemplan espacios expositivos. Volviendo a la planta baja, en un espacio dotado de cristaleras-como el resto del edificio- la tienda, a través de la cual se dará salida a la trasera de las instalaciones.

Pero quizá la parte más fascinantes del inmueble se detenga en el área del acuario que cuenta, además de con las piscinas, con distintas zonas donde el visitante podrá recibir información extra. Un ejemplo es el pequeño atrio de escaleras frente a una de las cristaleras que muestran la piscina principal. Otro, un área donde los más curiosos podrán tocar directamente parte de la fauna y flora procedente del mar.

Pero si interesante es lo que oficialmente se verá, más aún resulta acercarse a lo que será de uso técnico. Estanques de distintos tamaños dan acceso a unas escaleras que conducen a la parte superior, desde donde los técnicos -léase biólogos, por ejemplo- trabajarán en la alimentación y el cuidado de las especies. Desde ahí también, en una piscina anexa, se le dará a estas especies el tiempo de aclimatación.

Tanto esta piscina como la restantes se vaciarán del agua que actualmente enturbia el paisaje marino artificial y se volverán a llenar del agua salada procedente de un pozo cercano a las dependencias. La fecha es algo que sigue estando en el aire, después de que los grupos de la oposición rechazaran la propuesta presentada in extremis en la legislatura de los andalucistas.

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