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educación

A prueba la magia del inglés

  • La escuela San José vuelve a participar en un proyecto Erasmus + con el que se pretende motivar al alumnado conociendo otros países y culturas

Hay otras formas de enseñanza y aprendizaje distintas a la tradicional. Con los programas Erasmus + se intenta poner en práctica esa innovación, aprovechando la novedad y las bondades de los intercambios entre países europeos, "diferentes, pero iguales" a la vez, sostiene Matilde Llano Mera, responsable del nuevo proyecto en el que está inmersa la escuela San José con otros siete centros extranjeros. El primero de los encuentros de los coordinadores y profesores se desarrolla estos días, precisamente, en San Fernando.

"La experiencia es increíble, enriquecedora para alumnado y profesores, no sólo por la mejora de la comunicación, también por el conocimiento de otras culturas, el acercamiento a otros países y porque se consolida la ciudadanía europea", comenta Matilde Llano sobre el proyecto anterior en el que estuvo implicado el centro, que espera repetir su éxito con este, Culture against School Failure (Cultura frente al fracaso escolar), que propone el colegio francés.

La idea en esta ocasión es profundizar en la cultura de todos los países participantes -Turquía, Reino Unido, Grecia, Polonia, República Checa y Chipre, además de Francia y España ya mencionados-, en sus aspectos más desconocidos, para motivar a los estudiantes. "Se busca que los alumnos tengan interés en seguir aprendiendo inglés, en fomentar sus inquietudes por salir fuera, por abrirse a otras culturas", abunda esta profesora de inglés, que ayer hacía de perfecta cicerone en el inicio del meeting que se prolongará hasta el sábado y que mezclará sesiones de trabajo con cultura y ocio. De hecho, el recibimiento en la escuela por la mañana estuvo marcado por una ceremonia en la que hubo música y magia. "Ha habido un concierto donde se han interpretado tres piezas: de Semana Santa, la banda sonora de Piratas del Caribe y un pasodoble. Dos alumnos han ofrecido música moderna y hemos tenido un mago, Eneko, un alumno de tercero de Secundaria", cuenta Matilde. El flamenco también estuvo presente en esa bienvenida con villancicos, baile y cante. Antes de iniciar la visita al centro, incluido entrar en algunas clases, el grupo disfrutó de un desayuno en el que además de café se sirvieron pastas, churros y rosquillas, estas últimas cortesía de la asociación de madres y padres de alumnos (Ampa). Tras el almuerzo estaba previsto centrarse en tratar contenidos y actividades del propio proyecto.

"Esta visita es para poner Culture against School Failure en marcha, para organizar actividades, pero también para que los participantes nos conozcamos entre nosotros", detalla la profesora de inglés, asignatura desde la que se seguirá esta iniciativa educativa que durará tres años, hasta el curso 2019-2020. En ese tiempo los profesores harán cursos, el primero en Consett (Inglaterra), y otros encuentros, el siguiente en Creta.

Con la idea de ese enriquecimiento personal a partir del conocimiento de otras culturas, pero también la mejora de la competencia en el habla (inglés) y el uso de nuevas tecnologías, se ha previsto actividades entre cada uno de los países. "Haremos trabajos sobre la cultura de otros países, se prepararán presentaciones digitales y nos las intercambiaremos, habrá videoconferencias para tener esa comunicación", expone Llano que ya trabaja con un grupo de alumnos, de entre 13 y 15 años, una hora a la semana -a veces dos- fuera del horario lectivo. "Vienen los que han querido, de manera voluntaria. Quieren trabajar", apunta satisfecha de ese interés de los estudiantes. De ellos, cuatro irán a los campamentos de inmersión lingüística que se incluyen en el programa. Ayer esos alumnos, junto a quienes habían actuado y otros que ya participaron en el Erasmus+ anterior, ponían a prueba su inglés y su voluntad para comunicarse con los profesores extranjeros durante el desayuno. "El inglés ofrece la magia de poder acercarse a personas de otros países y conocerles", decía Matilde mientras sonreía al ver la escena. También al reconocer que a pesar de las culturas diferentes que se mezclan en estas iniciativas "somos todos iguales: queremos vivir en paz y ser felices".

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