La plantilla de Navantia-San Fernando se concentró ayer a las puertas de la factoría isleña y secundó un paro de dos horas en la jornada laboral para protestar por la falta de actividad a la que el astillero se verá relegado a partir de marzo -tras la botadura del BAM Audaz, prevista para el día 30- al no haberse confirmado todavía en firme el contrato de las corbetas con Arabia Saudí.

"Dicen que está todo cerrado pero no se ha notificado ni la orden de ejecución ni la entrada en vigor del contrato", advirtió el presidente del comité de empresa, Jesús Peralta, que aludió también a la "prudencia" con la que hasta ahora se había conducido la plantilla dada su "desesperación" en cuanto a carga de trabajo para San Fernando se refiere. "Esta factoría es la única además que carece de un proyecto de futuro", matizó. De hecho, la movilización de ayer -avisaron- es la primera de un calendario de protestas que se intensificará en las próximas semanas y que la asamblea de trabajadores aprobó antes de iniciar el paro de dos horas.

Aunque la protesta de ayer tenía también otro objetivo: hacer visible el malestar de la plantilla ante la ausencia de respuesta de la empresa tras la sentencia del Tribunal Supremo que ratifica el tercer convenio colectivo, cuyo cumplimiento exigen. "Más allá de que los presupuestos puedan o no llegar para pagar lo que se adeuda a los trabajadores, ni siquiera hay una voluntad por parte de la dirección corporativa de al menos hacer un gesto de buena voluntad y poner en marcha algunos conceptos que no llegan a un porcentaje económico mínimo para los fondos de la empresa", afirmó Jesús Peralta.

Las movilizaciones continuará el próximo día 24, cuando el comité de empresa tiene previsto concentrarse frente a la Delegación de Hacienda en Cádiz para hacer entrega a su responsable de un manifiesto recogiendo estas demandas. Los representantes sindicales reclamaron también el apoyo político de los diputados gaditanos.