tejido asociativo

La peña Chato busca otra sede

  • La reforma de sus instalaciones ha reducido la capacidad para los eventos que acoge por eso se plantea (se busca) otro lugar para el traslado

La peña Chato de la Isla, en una imagen del pasado verano.

La peña Chato de la Isla, en una imagen del pasado verano. / ROMÁN RÍOS

El último concurso de coros de Navidad ha demostrado que la actual sede de la peña Chato de La Isla, en la plaza Emperador Carlos, no tiene las condiciones adecuadas para albergar eventos que reúnan a un gran número de asistentes. Mientras que algunas sesiones del certamen se han desarrollado en las instalaciones, otras se han producido en otros establecimientos. Esta situación confirma la intención de la entidad de buscar un nuevo local, tarea en la que está inmersa. "La asamblea aprobó que se buscara una nueva sede, con más cabida, y estamos buscando sitios", abunda el presidente de Chato, Antonio Romero, que deja claro que es algo meditado, que se va a hacer concienzudamente, "no algo al voleo, por cambiar".

"Tenemos un nombre, un prestigio, por lo que tenemos que ser consecuentes", insiste el responsable de esta peña, que detalla que han tratado el tema incluso con el Ayuntamiento para hacerles partícipes y saber si conocían de algún espacio que pudiera reunir las características adecuadas para ese traslado. El problema se origina, según las explicaciones de Romero, con la reforma que hubo que realizar hace entre dos y tres años al local tras una denuncia ciudadana por problemas de ruidos. La estructura interior se modificó al poner la barra en el frontal y no en lateral como estaba. "Eso se comió parte de la peña, que sólo puede acoger a unas 80 personas sentadas y algunas de pie, hasta 90 o 95 en total", detalla. Además, de dos puertas hubo que cerrar una y quedarse con otra, además de quitar las ventanas. "Cuando hacemos algo está todo cerrado, y la gente se agobia", expone. En verano, a pesar del ventilador y el aire acondicionado, es asfixiante.

Por eso buscan un espacio adecuado, que no moleste, y que esté bien situado. "No hace falta que sea en el centro, pero sí que la gente pueda ir andando o que quienas cojan el coche puedan aparcar por la zona", sostiene. Puede ser adquirido o en alquiler, haciéndole las modificaciones necesarias (como la insonorización), pero siempre teniendo en cuenta la disponibilidad económica de la peña, que se financia con las cuotas de los socios. El local del antiguo bar Macarena u otro local en la zona de Gallineras son dos opciones que se han barajado, sin que haya nada cerrado, puntualiza Antonio Romero, que reitera que no se van a precipitar en la decisión sobre este traslado. Podría ayudar a la hora de elegir un nuevo espacio, que la sede actual tenga una salida, que la entidad pueda sacar beneficio si se aprovecha para alguna otra actividad.

Un nueva sede permitirá a la peña Chato de La Isla programar actuaciones de envergadura y albergar su concurso de villancicos al completo.

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