Las ciudades se mueven. Se mueven porque evolucionan, se transforman, crecen. A San Fernando le pasa, le ocurre, le sucede constantemente. Pero en estos tiempos más que nunca, porque la irrupción de la peatonalización y la incorporación del tranvía en la calle Real ha revolucionado la fisonomía de la localidad y ha brindado una oportunidad histórica para dar el salto. Un salto que sin embargo debe controlarse en cada una de sus facetas. En la urbanística, pero también en la medioambiental. Por ello la Agenda 21 encuentra en esta nueva realidad una oportunidad para desarrollar sus líneas estratégicas, en la que varios grupos han estado trabajando durante años. Una de estas líneas, prioritaria precisamente por necesaria, es la reorganización de la movilidad urbana.

Las líneas de actuación están claras en este sentido. También lo está el objetivo: un cambio en el concepto de movilidad basado en la disminución del ruido y el ahorro de combustible. Para ello lo primero es dotar al ciudadano de los elementos necesarios que le permitan ejecutar este cambio de concepto. Para dejar el vehículo en casa debe haber un correcto y completo funcionamiento de las líneas de transporte público, con una ampliación a los sectores poblacionales emergentes. Es básico un plan municipal de aparcamientos, que regule el acceso de coches al centro. En todo ello se trabaja ya, explican desde Desarrollo Sostenible, porque tienen una prioridad alta, tal como se recoge en el borrador del plan de actuación de la Agenda.

Y por supuesto, la potenciación del uso de medios de transporte alternativos, como la bicicleta. También se está ahora en eso y de hecho, desde el Ayuntamiento se presentaba meses atrás un ambicioso proyecto de ampliación del carril bici que comunicará todo el perímetro de San Fernando -porque el interior lo estará gracias a la peatonalización-. La subvención para esta actuación, anunciaban, ya ha sido concedida.

Junto a la movilidad urbana, la Agenda 21 también recoge otros objetivos para los que se enmarcan una serie de proyectos que, como en el ámbito anterior, pueden estar en proceso, realizados o simplemente recogidos, en función de la prioridad. De esta manera, la línea estratégica que trata la recogida de residuos contempla, evidentemente, el soterramiento de los contenedores en la localidad, una intervención no exenta de polémica que parece dar en estos días sus últimos pasos. Así lo confirmaban desde Desarrollo Sostenible. Sólo restan ya quince puntos para concluir por fin su implantación.

En este ámbito, además, se recoge también la necesidad de construir un segundo punto limpio, que está sólo pendiente de ejecución y que se ubicará junto a las obras del campo de hockey en el sector III de Camposoto. En el mismo se incluirá una zona de carga y descarga de residuos industriales, tal y como está previsto en el proyecto. Por otra parte, aunque dentro también de este apartado de residuos, el Gobierno local trabaja en la mejora y ampliación de la recogida de cartón comercial, una medida que hasta ahora había presentado algunas deficiencias. Y se ha implantado un servicio de control de calidad en la recogida de basuras que ya está funcionando.

Otras líneas de actuación contempladas en la Agenda 21 dan prioridad a la utilización de energías renovables. Así por ejemplo se encuentra en fase de estudio la incorporación de placas solares a instalaciones municipales, sobre todo las deportivas. Y también se refleja la necesidad de mejora del estado medioambiental de las playas de la localidad, así como de las zonas verdes. Incluso del Parque Natural, en la medida que puede hacerlo el Ayuntamiento, ya que no es competencia suya. De las que sí lo son, la reforma del arbolado urbano y un plan director de zonas verdes se recogen con una prioridad alta.