Begoña Arias Honor. Su nombre lleva dos días escuchándose por las redes sociales y distintos medios. Esta isleña ingresó esta semana en prisión -en Puerto III- tras una sentencia firme que la condenaba a dos años, diez meses y 15 días de prisión por "un delito continuado de falsedad en documento mercantil en concurso ideal con otro delito continuado de estafa". La cantidad por la que fue denunciada asciende a 302,89 euros. De ahí que su familia, que niega rotundamente que Begoña tuviera nada que ver con los hechos, haya empezado a movilizarse para conseguir que la joven salga de la cárcel. Consideran completamente desproporcionada la resolución judicial. Su pareja, además, asegura que el proceso judicial ha estado plagado de "irregularidades" que han jugado en contra de Begoña y asegura que su primer abogado defensor -de oficio- llevó el caso torpemente, dejando escapar oportunidades que le hubieran permitido evitar la entrada en prisión. Han iniciado una campaña de recogida de firmas en internet -llevan casi 2.000 adhesiones- y han empezado a airear el caso de Begoña para intentar sensibilizar a cuanta más gente mejor. Paralelamente, están a la espera de que la Audiencia Provincial se pronuncie con respecto a un recurso que han presentado y que podría sacarla de la cárcel al contemplar la separación de los delitos por los que ha sido condenada: estafa y falsificación en documento mercantil.

La sentencia que condena a Begoña considera que hacía uso de los datos personales y bancarios de clientes del establecimiento de telefonía en el que trabajaba para contratar servicios sin su conocimiento y obtener por ello las correspondientes comisiones. Su defensa -y su familia- niega que fuera así y apuntan a sus responsables. Su ingreso en prisión ha sido todo un mazazo -explican- que le está pasando factura.