El colegio San Ignacio explicará su proyecto mañana en Sevilla, en la recogida de la bandera verde de Ecoescuela, con un romancero conjunto entre varios alumnos del centro. Ayer fue el ensayo general, sin papeles de por medio, para comprobar cómo salía mientras en una pantalla a sus espaldas se proyectaban imágenes que representaban esas palaras y qué se hace en las instalaciones respecto a ese compromiso con el medio ambiente. Contaron con espectadores de lujo: el delegado territorial de Educación, Juan Luis Belizón; la alcaldesa, Patricia Cavada; el delegado de Educación, Antonio Rojas; la delegada de Inclusión y Política Social, Ana Lorenzo; y el director del colegio, José Luis Romero. Salió a la perfeccción, aunque "tenemos que mirar el volumen porque en Sevilla será en un lugar más grande y tienen que escucharnos muchas personas", apuntaba Juan Antonio Espinosa, Espi,el responsable del comité ambiental, que coordina las acciones que se desarrollan.

San Ignacio ha conseguido renovar esta distinción por segundo año consecutivo, muestra del compromiso adquirido por la comunidad educativa, la dirección, los alumnos y los propios padres. Tanto la regidora como el responsable provincial de Educación destacaron el esfuerzo que realiza el profesorado más allá de su obligación y trabajo y la extensión de la enseñanza de las aulas a la casa.

La sesión extraordinaria del comité ambiental sirvió para que un grupo de representantes de los alumnos conocieran cómo estaba previsto el acto de recogida de la bandera y el viaje que se hará hasta Sevilla, pero también para comprobar cómo marchan las medidas que se debatieron en la sesión anterior, como la decisión de que los profesores dejen tomarse la bebida del desayuno antes de bajar al recreo para que los briks no queden tirados por el patio y se recojan en las papeleras adecuadas. Aún así se ha detectado que siguen quedándose algunos fuera de la papelera correspondiente. Una de las representantes del Ampa (Asociación de Madres y Padres) planteó una propuesta en este sentido: que dejaran de llevar los niños zumos por su alto contenido en azúcar. Ahí intervino el director para sugerir que se abra el debate con los padres directamente por el enorme gasto que supone para las familias y el dudoso valor nutricional. El tema será tratado en el encuentro que tendrán con el colegio Las Cortes, que también trabaja en un proyecto de ecoescuela, para que se tome una decisión conjunta.

Ante la presencia de las autoridades, José Luis Romero aprovechó para dar a conocer algunas de las cuestiones que desarrollan en torno a la ecoescuela, más allá del safari de caca o el reciclaje. Tienen planteado, de esta forma, hacer un impacto de los plásticos tanto en el colegio como en la ciudad.

La visita de ayer permitió a Belizón destacar la cantidad de proyectos que se desarrollan en los centros educativos en Andalucía, más allá de los contenidos curriculares. "Nos falta eliminar los muros para que la gente conozca qué se está haciendo. Hay que vender, enseñar lo que se hace en el centro", defendió. Cavada pidió que fueran en esa línea para que el resto de colegios de la ciudad se contagien.