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San Fernando

Propietarios de Fadricas I y vecinos de El Pino exigen la limpieza de Fadricas II

  • El incendio que afectó a la superficie de este espacio para actividad industrial y a los polvorines se prolongó doce horas, hasta que bomberos lo dio por extinguido ayer a las seis de la mañana

Hasta las seis de la mañana de ayer estuvieron los efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos en la zona de Fadricas para extinguir el fuego que se declaró poco después de las seis de la tarde del pasado miércoles y que ha afectado a parte de las parcelas de Fadricas II y a los terrenos militares de los antiguos polvorines. En estas doce horas de actuación los esfuerzos -con la participación de un equipo enviado por Defensa- se centraron en controlar el perímetro, y frenar los distintos frentes incluido un avance hacia Bahía Sur. La situación mantuvo en alerta a los propietarios del polígono industrial y de la zona habitada más próxima, El Pino, que denuncian una vez más el estado de abandono y la falta de limpieza de esta superficie que año a año alimenta la incertidumbre por una posibilidad de incendio que el miércoles se convirtió en realidad.

"Íbamos bien este verano, pero con el calor y el fuerte viento hay muchas probabilidadades de que ocurra. El año pasado hubo varios incendios de menor índole", comenta Enrique Fuentes, de la asociación de vecinos El Pino. Desde la entidad insisten de nuevo en la necesidad de intervención en este área. "Nos da igual qué administración sea: si es el Ayuntamiento -que tiene terrenos en Fadricas II cerca del Aldi- o Defensa, que cuenta con los antiguos polvorines; o si hay que buscar una fórmula para que los propietarios privados de ese suelo se impliquen", señala sobre la responsabilidad que se debe asumir para evitar los riesgos de incendio, por la alta vegetación y la existencia de basura, entre ella escombros o cristales (los más peligrosos); y, desde luego, de insalubridad para quienes tienen sus casas cerca de este lugar. Habla de la calle Escritor Germán Caos, donde hace falta una limpieza grande, a su juicio. "El problema es que tratan ese punto como solar y se estima como menos prioritaria, pero es que hay viviendas", insiste Enrique Fuentes.

El peligro, abunda, es real y el miércoles por ejemplo lo sintieron cerca en el polígono de Fadricas I, porque las llamas crecían al otro lado de la valla que limita la parte del suelo militar que colinda con la calle Caldereros, esto es "a apenas 7 o 8 metros, que mide el ancho de la carretera, de las naves que dan a esa vía", apunta José Ramón Arrocha, gerente de la comunidad de propietarios de este espacio industrial y empresarial. La entidad mostraba su agradecimiento a los cuerpos de seguridad y emergencias por su acción "rápida y brillante". Efectivamente, desde un primer momento -poco antes de las seis y media de la tarde- se trasladaron al lugar Bomberos y agentes de la Policía Local que procedieron a mantener un perímetro de seguridad. Por un lado, para evitar que los curiosos se acercaran; y, por otro, para que el fuego no se propagara más allá de la zona de vegetación y eucaliptos. A su labor se sumó también Policía Nacional y dos militares enviados por Defensa. En total actuaron doce bomberos, entre los provenientes del parque de San Fernando y los de Cádiz que acudieron a la llamada de apoyo recibida. Hasta seis autombas, más el vehículo militar, se utilizaron para las labores de extinción, en las que fueron necesarios más de 55.000 litros de agua.

Las llamas, que han afectado a seis hectáreas de pasto, matorral y árboles, comenzaron, según los detalles aportados por Bomberos, en las parcelas de Fadricas II, donde la sequedad del mantillo y el pasto unido al levante que soplaba con intensidad facilitaron la propagación a la zona de los antiguos polvorines, y de ahí hacia el saco interior de la Bahía de Cádiz. Ese viento, aunque dirigía el fuego hacia zona no habitada, dificultó la labor de los efectivos que veían cómo se reactivaban algunos focos y que tuvieron el problema añadido de manejarse en una superficie sin carriles donde no podían acceder bien los vehículos y hubo que hacer largas tiradas de manguera. Tampoco ayudó que se tratara de eucaliptos muy secos y huecos, lo que hacía que las llamas se mantuvieran en el interior. El levante provocó, además, que el humo y el olor a quemado se extendiera hasta la ciudad de Cádiz y que saltaran chispas hacia los alrededores, por lo que se mantuvo el dispositivo hasta las seis de la maána de ayer.

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