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San Fernando

Nuevos retos para Navantia en 2008

  • Las críticas al Plan Estratégico de la compañía se centran en dos de las líneas de trabajo del comité de empresa: el propio plan y las nuevas incorporaciones · Los contactos por el convenio, en el aire

Un nuevo año se inicia para la factoría de Navantia en La Isla repleto de actuaciones. En la producción no faltan pedidos. Ni en reparaciones hay tiempo libre. La división de Sistemas FABA cuenta con numerosos proyectos, aunque sus talleres esperan la llegada de carga de trabajo. Por eso, libre de la preocupación por la actividad de los astilleros, el comité de empresa se abre a nuevos retos: el convenio, el Plan Estratégico y la incorporación de nuevos operarios, entre ellos.

Las intenciones mostradas por Navantia con el Plan Estratégico que presentó al comité intercentros en Madrid el pasado mes de diciembre podría dejar a un lado la primera de las cuestiones, el convenio. Los sindicatos mostraron desde el principio su malestar por algunos de los puntos incluidos -que la dirección de la empresa considera innegociables, según criticaba el presidente del comité de Navantia San Fernando, José Antonio Oliva-. Primero, la marginalidad del mercado civil, tanto en construcción como en reparación, frente al mercado militar. Más si cabe, cuando los propios representantes de los empleados habían manifestado la necesidad de equiparar las cargas de trabajo de uno y otro sector. Y lo razonaban recordando que en algún momento el mercado que en la actualidad es competitivo, el militar, terminará desgastándose y dejará de tener presupuesto para nuevos proyectos.

La ratificación de la organización, demasiado centralizada, tampoco satisface las expectativas sindicales. Ahora, con este nuevo programa que regirá a la empresa hasta 2011, esperaban que la gestión ganara en agilidad, que las actuaciones e iniciativas que afectaran a un centro no tuvieran que pasar por los filtros de Madrid, cuando no implicaba a la estructura general de la compañía. Una omisión, la concreción de las relaciones con las contratas y subcontratas, es otra de las quejas planteadas.

Pero, sin duda, el punto más criticado, que venía a tirar por tierra uno de los retos que José Antonio Oliva se planteaba para el año 2008, se resume en que Navantia no contempla una ampliación de plantilla para estos años. "Vamos a pelear por nuevos ingresos", aseguraba el presidente del comité isleño antes de conocer el Plan. Ese aumento debía ser "considerable", según sus palabras, puesto que los encargos que tienen los astilleros de la Bahía son numerosos (y ocuparán los próximos años) y una carencia importante de especialistas, debido principalmente a la salida de operarios en las regulaciones de empleo sufridas por los astilleros de la Bahía, incluido el de San Fernando. Sobre todo, se centraban en la entrada de jóvenes que con el nuevo panorama tenía una oportunidad idónea de conseguir trabajo. Para ellos pide formación, en aquellos oficios en los que no hay expertos en el mercado laboral.

La advertencia del máximo representante de los trabajadores de la factoría de San Fernando es clara: no negociarán nada hasta que la dirección acepte tratar sobre el Plan Estratégico, tal y como prometió cuando alcanzó el compromiso de elaborar ese documento director. Eso puede paralizar los contactos entre empresa y trabajadores en cuanto al convenio colectivo. La idea era llegar a un acuerdo para refundir los convenios de los antiguos Astilleros y de la antigua Bazán con el reglamento por el que se guía el resto de trabajadores de la compañía, para hacer un único convenio para todos, y consolidar de esta forma la actual empresa.

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