San Fernando

Janer, un trabajo inconcluso

  • Los directores de las excavaciones en el antiguo campo de tiro explican los resultados iniciales

Intervención en los XX Encuentros de Historia y Arqueología de San Fernando sobre 'Los enamorados'.

Intervención en los XX Encuentros de Historia y Arqueología de San Fernando sobre 'Los enamorados'. / román ríos

Dos de las tres intervenciones programadas en la primera sesión de los XX Encuentros de Historia y Arqueología de San Fernando trataron sobre dos yacimientos recientes: el del Campo de Hockey y el de Janer. Su suerte, por el momento, es distinta. Mientras que los trabajos que dirigió Eduardo Vijande han avanzado con las investigaciones, las actuaciones de la empresa Ánfora en el antiguo campo de tiro tienen su investigación parada. A pesar de ello sus directores, Roberto Díaz y Alejandra Echevarría, ofrecieron detalles de los resultados preliminares.

La batería defensiva que existe en la zona ocupó una parte de la primera fase, en las que comprobaron que los parapetos estaban a nivel de suelo, arrasados, cortados por canalizaciones, con arquetas de telecomunicaciones. Esta estructura sigue pendiente del picado completo de la fachada.

En otros puntos del polígono Janer hicieron prospecciones y encontraron, entre otros, restos de cerámica. Tras su informe, la Delegación Territorial de Cultura ordena que se continúe con una segunda fase. "Hicimos una limpieza superficial y volvimos a abrir trincheras y dentro, sondeos", expuso Echevarría. Bajo la cubierta vegetal encuentran cerámica romana y unas alineaciones en forma de muro que luego responderían a un drenaje para el antiguo campo de fútbol. Escombreras con material contemporáneo en algunas zonas, y cerámica antigua en la parte de marismas son algunos de sus hallazgos. "La limpieza manual nos muestra formas de hornos", detalla la arqueóloga.

En el segundo informe ya plantean que la parte más cercana a la carretera de Camposoto cuenta con material púnico. Su delimitación corresponderá a una tercera fase que Cultura aprueba y los trabajos permiten confirmar tres hornos púnicos superpuestos y la existencia de enterramientos. El informe que remiten a la Junta se traduce en una cuarta fase, que se materializa en distintos hallazgos: Siete hornos, dos piletas, una fosa con materiales de construcción, un pozo, tres estructuras formadas por ánforas e incluso un trozo de cerámica griega dentro de un octavo horno destrozado. Sin olvidar la necrópolis que componían, según las explicaciones de Roberto Díaz, 47 tumbas con 49 individuos de época tardo antigua. Aunque los huesos presentan fracturas, la salinidad de la zona los conservaba en buen estado. Eso sí, estas tumbas muestran signos de "expolio", y de desperfectos por las construcciones del acuartelamiento. "Que a pesar de ello ayudó a que se conservaran porque impidió una construcción masiva", matizó el arqueólogo. Son fosas simples, algunas con cubiertas, en las que los individuos eran enterrados bocarriba con los brazos extendidos a los lados del cuerpo y las manos hacia abajo. Algunas tiene bases de piedra, otras de tébula, y una cista de piedra. "Están representadas todas las franjas de edad, incluso la llegada a los 40 años, que no era habitual", señalaba Díaz, que apuntaba la estatura media: 1,54 metros, la mujer; 1,62 metros, los hombres. "Una estatura similar a otras poblaciones mediterráneas", añadió para hacer constar que lo encontrado es un reflejo de las condiciones de vida en la costa gaditana.

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