San Fernando

La Isla busca recuperar su historia

  • El proyecto remitido a Fomento para la rehabilitación del Puente Zuazo y su entorno permitirá sacar a la luz las estructuras originales · Baterías y Real Carenero serán los primeros en ofrecer nueva imagen

Si a un isleño se le preguntara por el lugar en que se ubica el Caballero Zuazo seguro que respondía que en el Puente, dado que comparten nombre. Sin embargo, en la mayoría de los casos no podría señalar su ubicación exacta. La realidad es que no existe o que en todo caso se encuentra bajo tierra, sepultado bajo el paso de los años y de la historia, originario de un pasado que ahora San Fernando pretende recuperar.

Ése es el objetivo del proyecto de rehabilitación del Sitio Histórico del Puente Zuazo y su entorno, redactado por la empresa Loggia, y que ya ha sido remitido al Ministerio de Fomento, que se encargará de la obra. Los trabajos estarán divididos en dos fases: una que afectará al Real Carenero y las baterías defensivas, situados en terrenos de Puerto Real, y otra referida al propio puente.

La segunda parte de la intervención deberá esperar a la construcción de una vía alternativa por la que discurrirá el tráfico y el futuro tren tranvía que recorrerá la ciudad. Esta actuación permitirá recuperar la imagen originaria de esta estructura comunicativa, mal conservada y en evidente deterioro tras ser durante años el único paso de unión entre tierra firme y La Isla y Cádiz cuando aún no se había construido el Puente Carranza. En el documento elaborado sobre las necesidades del enclave se reconoce los perjuicios ocasionados por la antigua carretera nacional Madrid-Cádiz. Por la presión ejercida por el paso constante de vehículos, pero también por las adaptaciones que se desarrollaron el siglo pasado.

La configuración real del Puente Zuazo quedó desdibujada por ejemplo por la demolición de las cabezas del puente, por elevación de las rasantes y por la ampliación de la anchura de la carretera. Perdía esencia con los años el Sitio Histórico puesto que la creación de la circunvalación y el nuevo puente sobre el caño de Sancti Petri provocó alteraciones, hasta fragmentar el murete defensivo entre las baterías de Alburquerque y la Batería de Ángulo.

A nadie se le ocurriría pensar que el puente del siglo XIX no comparte imagen con el actual. No se levanta en su extremo isleño el Baluarte del Caballero Zuazo. Sus ojos no corresponden con la estructura original, al modificarse en una recuperación sin concluir en los ochenta para evitar que se vieran la placa y las vigas de hormigón. Más actual el resultado, no quedó huella aparente de su estilo renacentista.

El proyecto pretende recuperar esa realidad perdida. Eliminará los elementos distorsionadores para ello, como la capa de hormigón existente. Se reconstruirán las estructuras perdidas de los espacios definidos en el puente: el Baluarte, el propio puente y las baterías de la Concepción -donde se derribará el restaurante y el prostíbulo levantados allí- y la batería de Santiago.

Pero antes de eso, los cambios serán percibidos en el conjunto arquitectónico que forma el Real Carenero y en las baterías defensivas de San Pedro, San Pablo y San Ignacio. Para esta tarea será necesaria la comprobación de que no existen instalaciones en servicio. En este caso las demoliciones se centrarán en las ampliaciones verticales que se ejecutaron en los almacenes y en los tabiques añadidos. La cubierta que se instale será vertical para los almacenes del Real Carenero y plana en las zonas de artillería. En el caso de las baterías, serán cimentadas si los cimientos originales no existiesen. La base de las troneras que se se van a recuperar se levantarán con sillares de piedra ostionera para elevar la estructura con ladrillo macizo perforado.

Pero no sólo las estructuras serán recuperadas, también el medio natural, con el dragado de caños, la adaptación de los caminos existentes como senderos peatonales la regeneración de la zona. La idea es que el enclave histórico quede integrado con la ciudad. Puesto que la zona del Real Carenero y el Puente Zuazo serán para el tránsito de personas, se unirán en itinerarios peatonales con el Castillo de San Romualdo y la remozada Calle Real.

Un trocito del pasado de La Isla viajará a la actualidad con estos cambios, en una fecha en la ciudad que recuerda y conmemora su papel en la historia de España.

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