El Instituto para la Vivienda de las Fuerzas Armadas (Invifas) ha pedido a las empresas responsables de la tasación de las viviendas del Merendero que revise la operación para descartar por completo la existencia de errores en la valoración de los pisos de las calles Cádiz, Ferrol, Cartagena y Marqués de la Victoria, cuyos propietarios denunciaron esta semana que el precio de la venta fijado en el proceso de enajenación se había duplicado con respecto a los de las viviendas colindantes, también militares, que se vendieron hace tan sólo dos años (de pedir por las casas entre 40.000 y 48.000 euros -entre siete y ocho millones de las antiguas pesetas- se ha fijado su valor en 84.000 euros, unos 14 millones de pesetas).

Ayer, la senadora socialista María Jesús Castro, tras conversar con el director del Invifas, Carlos Navarro, hizo pública la revisión de la operación y defendió los criterios objetivos seguidos en la tasación de las viviendas. "Se hace una media de las tasaciones realizadas por dos empresas de tasación registradas en el Banco de España y que siguen sus criterios -afirmó- el Invifas no influye para nada en la tasación, no puede hacerlo".

Castro, que achacó el incremento a los precios del mercado inmobiliario, culpó directamente al Ayuntamiento isleño de la duplicación del valor de las viviendas.

"Si el Invifas hubiera podido vender las casas hace dos años lo hubiera hecho y los vecinos no tendrían ahora este problema -afirmó- pero Defensa no pudo hacerlo por el proceder lento y correoso de este Ayuntamiento y por sus exigencias, que retrasaron el proceso hasta hoy y ahora resulta que el valor de la vivienda se ha multiplicado".

"El Invifas -aseguró- ha seguido estrictamente el proceso que marca la Ley y su voluntad es la de vender las viviendas a sus usuarios, no la de sacar partido y dinero de la enajenación".

La senadora socialista, que ofreció su ayuda y apoyo a los afectados, reprochó al Gobierno municipal las críticas vertidas en torno al proceso y le recordó su responsabilidad en el problema, al tiempo que le exigió "agilidad y colaboración".