Baldeo y limpieza de calles con agua potable, falta de contenedores de reciclaje, muebles y basura acumulados en las aceras... "Estamos seguros de que con un simple paseo de los responsables de la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI) por la ciudad, cambiarían de opinión". Así de tajantes se muestran los miembros de la asamblea local de Izquierda Unida (IU) con respecto a la reciente concesión de una bandera verde al municipio por su gestión medioambiental de calidad.

IU pone en tela de juicio que el Ayuntamiento se merezca este galardón, no que la FUCI haya aplicado criterios equivocados para su adjudicación. Entre las razones que esgrimen figuran los proyectos que, según este partido, vienen arrastrándose desde hace años y que, con frecuencia, como es el caso del soterramiento de los contenedores de basura, aún están en ejecución o nunca se terminan de llevar a cabo.

Es más, "paradójico" es el adjetivo con el que califican que entre las modalidades establecidas se haya premiado la de la participación ciudadana. "Aún resuenan las críticas -afirman- que diversos colectivos locales hicieron acerca del proceso de la Agenda 21, cuyas conclusiones y trabajos parecen haberse perdido en algún cajón de la Delegación de Desarrollo Sostenible". En esta línea, hablan de un Consejo de Participación "inoperante y manipulado por el equipo de gobierno municipal".

Por todo ello temen que la FUCI no haya comprobado in situ "las bondades vendidas por la concejal de Desarrollo Sostenible", concluyen.