La impresión 3D tiene un campo de aplicación que no parece tener límites. Quienes se acercan desde el escepticismo, las dudas o el interés descubren sus múltiples posibilidades. El grupo de profesionales y usuarios que participaron hace unos días en unas jornadas organizadas por el Centro de Rehabilitación de Personas con Discapacidad Física (CRMF) descubrieron precisamente cómo puede beneficiarse de esta tecnología la rehabilitación y la autonomía personal. "A muchos les ha cambiado la visión", asegura Jonathan Sánchez, de Gades PC, encargado de la formación.

Los profesionales vinculados con centros de atención a personas con discapacidad y con la rehabilitación, muchos de ellos terapeutas, acudían "intrigados" por lo que podía ofrecerles la impresión 3D. "Se lo planteaban como otro gasto, como una opción cara, pero además tenían dudas sobre los materiales, por si los filamentos con los que se hacen los objetos eran contaminantes", explica Sánchez sobre las ideas preconcebidas que estas personas, pero también en general, se hacen sobre esta técnica. Su visión ha cambiado en estas jornadas: ahora, continúa el formador, ya más receptivos tienen conocimientos para iniciarse en este mundo y aprovecharse en su trabajo de sus beneficios.

"Muchos han hablado de lo caras que son las prótesis, las férulas, incluso los moldes para hacerlas", comenta Jonathan que con sus explicaciones y las impresiones realizadas ha mostrado a los asistentes a esta formación qué puede aportarles esta tecnología. "Pueden hacer prótesis, hacer adaptaciones para cubrir las necesidades que tenga cada persona en particular que atienden", explica. Férulas, prótesis, sillas de ruedas, utensilios adaptados, como cucharas con el mango más ancho o alargadores de grifos... cualquier propuesta puede ser diseñada u objeto, adaptado; procesados por un software e impreso posteriormente.

De todo ese proceso dio detalles Sánchez: desde el diseño a todos los pasos productivos. Les ofreció información de los programas de diseño y de los software que procesan objetivos para que la impresora lo entienda, siempre libres y gratuitos. "Les das nociones para que ellos puedan desarrollarlos", añade. Incluso les ha dado recursos con los que tener ayuda en la puesta en práctica de sus ideas, como poder acudir a una plataforma que es una red social donde personas prestan sus conocimientos sobre esta materia. También las posibilidades existentes para no tener que contar con una impresora. "Pueden reducir costes, rebajar los tiempos de producción, eliminar los problemas de logística", expone.

Después de toda la teoría, las jornadas tuvieron una parte práctica en la que los participantes pudieron plasmar sus ideas. "Han hechos diseños y adaptaciones, después las hemos impreso y han visto el resultado", comenta Jonathan Sánchez, que destaca las buenas ideas que se han presentado durante el curso.

Sánchez, de Gades PC, llegó a estas jornadas del CRMF a través de una trabajadora del centro al que dio un curso con anterioridad. Ella vio la posibilidades de que interesara la formación y lo propuso. "Estamos en el interés de trasladar las herramientas de diseño e impresión a profesionales cercanos a nuestro ámbito de actuación con el objetivo de que ellos también puedan promover esa mejora", apuntaba, Concha Mayoral, la directora del CRMF en una nota del centro.