Fue un discurso optimista y dirigido especialmente a la juventud. El alcalde, Manuel de Bernardo, apeló ayer al espíritu del 4 de diciembre de 1977 -la histórica jornada en la que más de un millón de andaluces salieron a la calle a reclamar su autogobierno- para abogar por la ruptura de la imagen estereotipada de "una Andalucía subsidiada" y apostar por una auténtica transformación de la comunidad autónomade cara al futuro.

De Bernardo, durante el tradicional acto institucional conmemorativo del 4-D que se celebró en el Museo Histórico Municipal, alertó del riesgo para el progreso de Andalucía que puede suponer "el marco autonómico que está configurándose con los nuevos estatutos" e instó al "equilibrio" y la "solidaridad" entre las distintas comunidades del Estado español, "donde unas regiones no tengan más privilegios que otras".

"Para conseguirlo debemos ser ambiciosos -afirmó- una vez más, no hay que resignarse al estado de cosas, tenemos que ser capaces de reaccionar para transformar aquellos datos negativos de la realidad andaluza que no se corresponden con el potencial y la riqueza de nuestra tierra".

Pero el regidor andalucista quiso también en su discurso del 4-D rescatar la memoria del espíritu reivindicativo de esta jornada, de la que ayer, precisamente, se cumplieron 30 años, para que ese mensaje -y ese mismo espíritu- no se pierdan en las generaciones de los andaluces más jóvenes, que no vivieron aquel momento.

"Los más jóvenes tal vez tengan poco conocimiento hoy de aquellas movilizaciones sin precedentes en España -recordó De Bernardo- por eso, desde este acto institucional, animo a los profesores y profesoras, a los padres y madres, a todos los que tenemos memoria a que, en estos días, compartamos nuestros recuerdos con los jóvenes, a que rescaten esa parte de nuestra memoria, que sirva de reflexión sobre la realidad de Andalucía".

De Bernardo recordó también al joven andaluz asesinado de un disparo en la jornada del 4-D, Manuel José García Caparrós, y aludió a la decisión adoptada por el Pleno el pasado viernes para recordar en esta jornada su muerte con un crespón de color negro en la bandera andaluza.

De obligado cumplimiento -sobre todo, tras la reciente polémica en torno a su figura- fue la alusión al padre de la patria andaluza, Blas Infante. "Gracias al trabajo y al sacrificio de muchas andaluzas y andaluces hemos conseguido avanzar en comparación con la realidad que combatió Blas Infante y otros políticos comprometidos". "Debemos superar los niveles de empleo y bienestar social que tiene actualmente Andalucía", concluyó.