En la mañana de ayer, la hermandad de Nuestro Padre Jesús atado y flagelado a la Columna y María Santísima de las Lágrimas culminaba uno de sus más ambiciosos proyectos en los últimos años con la bendición de su nueva casa de hermandad. El acto, previsto para el mediodía, tuvo que adelantarse a la hora prevista por un cambio de última hora en la agenda del obispo diocesano, Antonio Ceballos Atienza. Por este motivo, la eucaristía que estaba prevista a las once de la mañana tuvo que suspenderse y en su lugar se procedió de manera directa a la bendición de las nuevas dependencias de esta corporación, estando presente el obispo diocesano junto con Marcos Pino Pérez de la Lastra, hermano mayor de la cofradía.

El local, situado en el número cuarenta y siete de la calle San Marcos, cuenta con dos plantas más una azotea la cual está prevista sea remodelada y adecuada en un futuro. En su fachada se pudo observar un azulejo de nueva factura con las imágenes titulares, obra del artista isleño Antonio Luque Márquez. También, esta casa de hermandad cuenta con otros dos retablos cerámicos nuevos, uno dedicado a la memoria del que fuera miembro de su junta de gobierno y vestidor de la Santísima Virgen de las Lágrimas, Manuel Fraga Gómez, y otro situado en la entrada a las dependencias, que enumera una relación de hermanos y colaboradores que desde su inicio apoyaron el proyecto nacido hace varios años.

En la planta baja de la casa de hermandad se encuentra el almacén y mayordomía, donde los hermanos y allegados pudieron contemplar ayer el paso de misterio junto con el manto de la Titular mariana -restaurado el pasado año- y algunos de los atributos que esta hermandad saca en su cortejo el Domingo de Ramos a expensas de la llegada del paso de palio, que volverá a las dependencias de esta hermandad en la próxima Cuaresma, aprovechando los inminentes ensayos de su cuadrilla de hermanos cargadores.

En la segunda planta, y junto a una sala destinada a los trabajos de secretaría, se encuentra una estancia de reunión para el grupo joven en la cual se mostraban las distintas pértigas que posee la hermandad junto a la tradicional cruz de guía. En esta misma planta, se encuentra la sala de juntas, en la cual las distintas representaciones que acudieron a la bendición plasmaron la rúbrica en el libro de hermandad, en un día tan importante para los hermanos de esta cofradía.

Este acto de bendición, abre una semana plagada de eventos cofrades, en la cual cabe destacar en la jornada de mañana los besamanos a las imágenes de María Santísima de la Piedad y María Santísima de la Amargura, al igual que el pregón a María Santísima del Buen Fin, que tendrá lugar en la Iglesia de San José Artesano al mediodía.

También, y dentro de los actos previstos para la celebración de la jornada de la Inmaculada Concepción de María Santísima, la hermandad de Medinaceli celebra desde el pasado miércoles un triduo en honor de la imagen que se encuentra en el primer templo de la ciudad, estando la sagrada cátedra a cargo del vicario de pastoral de la Diócesis, el sacerdote Fructuoso Antolín Camacho.

Los actos para celebrar esta onomástica no concluirán aquí, ya que la hermandad del Perdón celebrará mañana a las once de la mañana una eucaristía en honor de la titular de la parroquia de la Casería, que saldrá en procesión por las calles de la feligresía una vez concluya la eucaristía que estará a cargo del nuevo párroco.