Fue en el año 2008 cuando los mariscadores empezaron a hablar de su proyecto para construir en La Isla una depuradora de moluscos, una iniciativa que ayudaría a regular el oficio y que además -eso han defendido siempre- podría llegar a crear cerca de 200 puestos de trabajo. Consiguieron que el Ayuntamiento les cediera el uso de una parcela colindante a Puente de Hierro, cerca del nuevo emplazamiento del club náutico. También la correspondiente autorización de Costas para el desarrollo de la actividad, que se tramitó a través del Consistorio. Y en 2011 recibieron un impulso económico decisivo para la puesta en marcha de las obras con una subvención municipal que ascendía a 120.000 euros.

Casi nueve años después de aquello, el proyecto está a punto de naufragar definitivamente. El Ayuntamiento les reclama la devolución de unos 30.000 euros de las ayudas concedidas porque los gastos no se han justificado debidamente o no se han empleado directamente en la construcción de la depuradora, que era en exclusiva el objeto de la subvención. El proceso administrativo -explicó ayer el equipo de gobierno- sigue todavía abierto, pero para la entidad tener que afrontar una devolución de semejante cuantía supone un durísimo varapalo del que difícilmente puede llegar a sobreponerse. El proyecto, de hecho, está paralizado por la falta de fondos y afronta un futuro bastante incierto. Al Ayuntamiento reclama la asociación -con un amplio apoyo político, por cierto- una nueva subvención de 35.000 euros para terminar las obras. Y a la Junta le recuerdan también su compromiso de cooperación. Ahora, sin embargo, la asociación se ha quedado sin declaración de utilidad pública -clave para acceder a ayudas- por no presentar la documentación requerida.