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San Fernando

Arte, fotos y mucha filosofía

  • Helena Bravo Díez de la Torre, alumna del IES Isla de León, ha ganado las Olimpiadas Filosóficas de Andalucía con una artística fotografía que le ha servido para hablar del concepto de la belleza

Ni que decir tiene que Helena Bravo Díez de la Torre saca sobresaliente en Filosofía. Bueno, en Filosofía en otras muchas de las asignaturas que estudia en el IES Isla de León. De Secundaria salió por la puerta grande con el premio a la Mejor Trayectoria Académica. Y ahora, en primero de Bachillerato, acaba de ganar en la modalidad de fotografía la tercera edición de las Olimpiadas Filosóficas de Andalucía, cuya final se celebró el pasado fin de semana en el Palacio de la Algaba en Sevilla.

Este premio, automáticamente, la convierte en finalista para la fase nacional -la Olimpiada Filosófica de España- que se celebrará el Oviedo durante los próximos días 15 y 16. Por cierto, que el año pasado una alumna del Isla de León quedó también finalista en este mismo certamen y fue un joven isleño -Eloy Mósig, alumno de la Compañía- el que ganó esta Olimpiada Española auspiciada desde la Red Española de Filosofía (REF) con el propósito, precisamente, de fomentar el interés por la materia más sesuda de todas entre los más jóvenes e incitar a la reflexión filosófica en una sociedad marcada por lo inmediato, las nuevas tecnologías, la globalización...

La belleza, así en toda la amplitud del concepto, era el tema de las Olimpiadas que había propuesto la AAFI, la Asociación Andalucía de Filosofía. Los alumnos participantes tenían dos opciones a la hora de concurrir a este certamen: la disertación pura y dura, en la que todo se juega a la originalidad de la exposición; o la fotografía, es decir, la posibilidad de exponer el tema planteado a partir de una imagen, evidentemente, también de cosecha propia. Esta última modalidad resulta algo más compleja pero también da mucho juego. Helena, animada por su profesor de Filosofía en el Isla de León, Juan Carlos Martín Lima, optó por este camino. Se encerró en el estudio de su padre con la cámara de fotos y con una amiga que hizo las veces de modelo hasta que dio con lo que quería: una bella instantánea tomada justo delante de un cuadro -por cierto, obra también de su padre, José Manuel Bravo, que también es profesor de instituto- en la que el color juega un papel fundamental y en el que la pintura se mezcla con la persona retratada, maquillada también artísticamente.

"Desde el principio tuve claro que prefería la fotografía a la disertación, que era algo que veía más complicado. En realidad, siempre he sido más de dibujos, de fotos... sobre todo de dibujo", explica Helena. Su trabajo pasó todas las cribas y fue seleccionado entre otras 120 fotografías pertenecientes a otros tantos alumnos de 27 institutos de toda la comunidad. "El nivel era muy alto", expone su profesor de Filosofía sin ocultar su satisfacción por el reconocimiento alcanzado.

Los finalistas disponían además de cinco minutos para exponer el tema a partir de la fotografía. Helena tomó como punto de partida el arte y lo humano como inspiración para navegar en esa dicotomía filosófica que reflexiona acerca de la percepción de la belleza como un fenómeno subjetivo u objetivo. "En la exposición reconocía que en la belleza hay siempre un componente subjetivo, que depende de nosotros, de los gustos de cada uno, pero también elementos objetivos que hace que, por ejemplo, una obra de arte sea considerada bella aquí y en China, con independencia de esos gustos", argumenta. "Hay elementos como la armonía, la proporción, la simetría que objetivamente se equiparan a la belleza", explica. Y la fotografía con la que concursaba -el cuadro está ilustrado por una flor de pétalos abiertos y sugerentes que se confunde con el cabello de la modelo- sigue también una suerte de espiral áurea que enlaza a la perfección con este discurso que Helena volverá a repetir la próxima semana en Oviedo con la intención de hacerse con el primer premio de la Olimpiada española.

Por cierto, que aunque a Helena le gusta -y mucho- la Filosofía la materia no figura entre sus predilecciones a la hora de elegir carrera universitaria.

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