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Los afectados por cáncer de próstata son cada vez más jóvenes

  • La detección precoz aumenta los diagnósticos en hombres menores de 60 años

Julio Zarco, Begoña Barragán y Juanjo Ferrer, durante la presentación de su informe de recomendaciones.

Julio Zarco, Begoña Barragán y Juanjo Ferrer, durante la presentación de su informe de recomendaciones. / archivo

La prevalencia del cáncer de próstata está aumentando y es previsible que esta tendencia continúe al alza. Sin embargo, la buena noticia que se comunicaba con motivo del Día Mundial del Cáncer de Próstata es que se calcula que el 90% de los cánceres de próstata se diagnostican ya en fase temprana, mientras que el 6% debutan con una enfermedad localmente avanzada y el otro 4% lo hace con diagnósticos con metástasis a distancia, generalmente en los huesos. Todo ello supone, además, aceptar nuevos retos, y es que el diagnóstico precoz, supone también tener pacientes más jóvenes, entre los 50 y los 60 años, con la necesidad de abordajes diferentes de la enfermedad.

Es por ello que desde el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac) han realizado un informe con recomendaciones para la atención de calidad del cáncer de próstata. Según Begoña Barragán, presidenta de Gepac, "los pacientes y sus familias ponen de manifiesto la necesidad de una mejor comunicación, porque aún se sienten perdidos dentro del Sistema de Salud", insistiendo en que lo que falta es un abordaje integral de la enfermedad, que incluya no solo la parte oncológica, sino también a Atención Primaria para el seguimiento del paciente a posteriori, y la atención psicológica. El informe recoge en total 10 áreas de mejora, entre las que destaca el acceso a segunda opinión médica y a centros de referencia o la mejora de los tiempos de espera, sobre todo en las fases previas a los tratamientos. Miguel Rojas, psicooncólogo de Gepac, explicaba que el cambio del perfil del paciente hacia un hombre más joven supone también enfrentarse a los retos de una persona que se encuentra activa laboralmente, pero también sexualmente. "Tras el diagnóstico, el paciente tiene miedo a perder parte de su identidad, por lo que atraviesa una especie de proceso de duelo, en el que debe readaptar su sexualidad y aprender a disfrutar a pesar de las posibles limitaciones", explica. Si bien ya hay tratamientos que no influyen en la sexualidad de estos pacientes, en el caso de que sí que haya dificultades de erección, es posible reinventar el concepto de sexualidad de una forma más abierta. Así lo manifestaba Juanjo Ferrer, paciente de cáncer de próstata, que abordaba este tema en la nueva revista Haciadelante que Gepac ha creado para estos pacientes.

Para muchos hay que reaprender y entender la sexualidad de una forma más abierta

Tal y como recordaba Julio Zarco, médico de Atención Primaria y profesor en la Universidad Complutense de Madrid, el diagnosticar temprano mejora también la supervivencia de los pacientes, "hasta el punto de que se convierta en una enfermedad crónica", ya que si actualmente se cifra la supervivencia de estos pacientes de diagnóstico temprano en más de 10 años, al ser un estudio longitudinal, se espera que las cifras sean más altas según pasen los años.

Para conseguir estos diagnósticos es importante que no solo el hombre esté atento a los síntomas, ya que a veces es la pareja o los familiares los que los detectan a través de rutinas del día a día. Por ejemplo, insistía en que no solo hay que hacerse revisiones a partir de los 50 años, o a partir de los 40 si hay antecedentes familiares, sino que además hay que consultar al especialista si se dan síntomas como alteraciones al orinar, como un chorro entrecortado o flojo, urgencia miccional, o incluso ir más veces al baño por la noche, que pueden estar avisando de un cambio en la próstata, aunque no tiene por qué tratarse de cáncer.

Asimismo, es importante perder el miedo tanto a ir al especialista, como a los posibles tratamientos, que cada día son más personalizados, teniendo en cuenta no solo el tamaño, la estirpe celular o el tipo de crecimiento del tumor, sino también aspectos psicológicos del propio paciente. "Actualmente contamos no solo con la intervención quirúrgica, que depende mucho del tipo de tumor, sino también con radioterapia y braquiterapia de próstata, que consiste en algo así como semillar en zonas concretas con radioterapia , además de con terapia hormonal, para inhibir la producción de testosterona, porque estimula el crecimiento del cáncer".

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