Año nuevo, vida nueva

Propósitos saludables para 2009

  • Tras unos días de excesos, perder peso, dejar de fumar o practicar algún deporte son deseos claves para la entrada de año · Los expertos recomiendan marcarse pequeñas metas para lograr un objetivo final

Los atracones y los excesos que acompañan a las fiestas son causa, aunque no la única, de las promesas de año nuevo. Adelgazar, hacer deporte y, en muchos casos, dejar de fumar son las utopías personales más habituales para un nuevo ciclo. ¿Cómo conseguir esos objetivos y no dejarse embaucar por indulgencias? Un estudio publicado recientemente en Journal of Consumer Research trata de arrojar algo de luz, si es posible, sobre este asunto explicando que esa inercia popular tiene que ver con la manera en que nuestros objetivos se entrecruzan con nuestra naturaleza. El estudio realizado por varios profesionales de la Universidad de Pittsburgh y la Universidad de Texas es uno de los primeros en tratar de entender por qué algunas personas tienen más problemas que otros que a la hora de regular su comportamiento, administrar sus limitaciones o emprender nuevos propósitos. Sus razonamientos establecen algunas diferencias importantes en la forma de clasificar las necesidades y los lujos. "Los datos demuestran las diferencias básicas entre los consumidores en su tendencia a abrazar la indulgencia o la restricción en el cumplimiento de sus objetivos", explican los autores.

En tres estudios, los investigadores examinaron el proceso a través que llevan a cabo las personas para realizar un cambio en su vida. En primer lugar, seleccionar objetivos y, a continuación, establecen las acciones y comportamientos coherentes con los objetivos. "Por ejemplo, usted podría hacer un presupuesto para la compra, decidir qué elementos son necesarios y que son lujos, comprar un libro para hacer dieta o organizar el trabajo semanal y reservar espacio para hacer deporte", explica Cait Poynor, de la Universidad de Pittsburgh. Así, demostraron que el éxito es mayoritario en los que diseñan metas pequeñas que le permitan llegar a su fin último.

El deseo número uno para estas fechas es abandonar el tabaco."Dejar de fumar es la decisión más sabia que una persona puede tomar por su salud. Cualquier momento es bueno para ello, pero ¿por qué no aprovechar estas fiestas para que las personas regalen salud a sus familiares y amigos?", afirma Doctor Juan Antonio Riesco, neumólogo experto en tabaquismo. "Confía en tu médico, con él tienes todas las de ganar", así lo aconseja el padre de la familia de dibujos animados más loca y querida de Springfield. Según María Ángeles Planchuelo, Presidenta del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), las encuestas indican que 7 de cada 10 personas aseguran que dejarían de fumar si el médico se lo aconsejara, por lo tanto, se convierte en una figura clave en la deshabituación tabáquica. "El fumador es una víctima de tabaco. Hay pedirle a los Reyes dejar de fumar, ya que con ello ganamos en calidad y cantidad de vida, el mejor regalo navideño para ti y tu familia", afirma la doctora Planchuelo.

La mejor forma de ganar la batalla al tabaco es acudir al médico. En opinión del doctor Javier Galiana, especialista en tabaquismo, "para dejar de fumar con éxito es necesario tener motivación, confianza en el terapeuta y en el tratamiento. Es necesario que los pacientes sepan que la calidad de vida mejora en gran medida cuando se deja de fumar. Mi propósito de año nuevo es que los fumadores tomen conciencia y respeten a los no fumadores y a aquellos que quieren dejarlo, porque lo conseguirán. Es fácil".

Los excesos en las comidas navideñas que cometen los pacientes duplican la falta de control de los índices metabólicos "Es habitual en las consultas médicas encontrarnos que al finalizar el periodo de navidades las cifras de diabetes, hipertensión o trastornos lipidicos, colesterol, de los pacientes están descontroladas, lo que aumenta el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular", explica el doctor Pedro Aranda, presidente de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial. Las comidas tradicionales de la Navidad son ricas en sal y grasas, y junto con los alimentos dulces típicos es habitual que su consumo produzca un aumento en el peso de los pacientes durante esta época del año. "Los hipertensos son más propensos a tener exceso de peso y, a la inversa, las personas obesas o con sobrepeso tienen un riesgo entre 2 y 3 veces mayor de padecer hipertensión arterial que aquellas que están en su peso adecuado. Cuando un paciente aumenta de peso, también eleva las cifras de presión arterial, resultando mucho más evidente en los menores de 40 años y en las mujeres".

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