Provincia de Cádiz

Tres tiroteos, un modus operandi

  • Hay muchas similitudes entre los asaltos perpetrados en Puerto Real el pasado sábado y el registrado en El Berrueco, en Medina, el 14 de junio · De momento, no hay detenciones en ninguno de los casos

Entre una y media y dos de la madrugada. Irrupción violenta en una vivienda ubicada en una zona alejada del casco urbano de varios sujetos. Disparos con una escopeta de caza contra alguno de los moradores. Huida apresurada. Ninguna sustracción. Estos datos objetivos, que confluyen en los dos tiroteos registrados este fin de semana en Puerto Real, uno, con el trágico balance de la muerte de una joven de tan sólo 19 años de edad, son los mismos que rodearon el asalto que se produjo en el pago de El Berrueco, en el término municipal de Medina Sidonia, el pasado 14 de junio. El mismo modus operandi ha sido pues el utilizado en los tres tiroteos, entre los que han mediado tres semanas.

De momento, no ha habido detenciones, ni por parte de la Policía Nacional en los más recientes, en los acaecidos este fin de semana en sendas viviendas de El Marquesado, ni por parte de la Guardia Civil, el Cuerpo al cargo de la investigación del tiroteo en el término asidonense.

En el caso de Puerto Real, ayer al cierre de esta edición seguían abiertas todas las líneas de investigación, aunque la teoría del ajuste de cuentas era la que seguía cobrando mayor fuerza.

Este diario sí pudo saber que la propietaria del coche que fue hallado abandonado en la tarde del sábado en las inmediaciones del Hospital Universitario (que finalmente no se trata de un Seat León), y que habría sido el utilizado por los asaltantes en las dos casas de El Marquesado, habría declarado que fue robado, un extremo que está siendo investigado.

En el caso del Berrueco, cabe recordar que fue el pasado 17 de junio cuando este diario se hizo eco de este asalto aún sin resolver. Entonces, un hombre de 48 años de edad, M.F.T., fue herido de gravedad en su pierna derecha y en el abdomen al recibir varios disparos de escopeta la madrugada del viernes 13 al sábado 14 de junio. Los hechos ocurrieron, como ahora en Puerto Real, entre la una y media y las dos de la mañana. En aquella ocasión, según ha declarado la propia víctima (que hubo de ser hospitalizada dada la gravedad de las heridas sufridas), fueron cuatro sujetos los que asaltaron su vivienda. Ocultaban su rostro con un pasamontañas, se ha sabido ahora.

El herido declaró que los asaltantes estuvieron registrando el coche de la víctima y un trastero situado al lado de su vivienda, una casa de campo donde se encontraba en compañía de su mujer y uno de sus hijos, d e 17 años.

Cuando los merodeadores fueron sorprendidos, emprendieron la huida en un turismo Seat León de color gris perla. Al soltarles el dueño de la casa un perro de raza Doberman, dos de los encapuchados se bajaron del coche y dispararon a muy corta distancia contra M.F.T. y su animal.

Fuentes de la Guardia Civil indicaron ayer a este diario que, tres semanas después, pocos avances ha habido en la investigación. Se ha tomado ya declaración a numerosas personas y de momento tampoco está claramente fijado el móvil del asalto. Y es que aunque en principio se barajó el robo, lo cierto es que los encapuchados no llegaron a llevarse nada. Tampoco ha habido aún detenciones.

En el caso de Puerto Real, fueron dos asaltos consecutivos los que se registraron en casas distantes entre sí unos dos kilómetros. El primero tuvo lugar en una vivienda sita en la calle Colibrí. Aquí recibió un impacto en un muslo, que dañó gravemente la arteria femoral, Manuel Sánchez González, un militar retirado de 48 años de edad, soltero, natural de San Fernando. "Me dispararon tres veces. Iban a matarme y sólo quiero saber porqué", declaró la propia víctima a este diario desde la habitación del hospital donde se recuperaba de sus heridas la tarde del sábado.

Ni media hora después, todo apunta que los mismos dos asaltantes irrumpían en otra vivienda situada en el carril Zurraque, entre El Marquesado y la zona de La Chacona, disparando por la espalda a la joven de 19 años Tamara Leyton, cuando intentaba a huir. La joven, que deja huérfana a una hija de pocos meses, había acudido a la entrada de la casa, alertada por el ruido hecho por sus atacantes. Murió casi en el acto. Mejor suerte tendrían su madre y su hermano, Francisca Agüera, de 65 años, y José Leyton, de 22, y otro joven de 14 años, que, aunque heridos, salvaron la vida.

Y ha habido más asaltos con similar modus operandi en el último año al menos en otro municipio de la provincia. Es el caso de Sanlúcar, donde se han registrado ataques similares con escopeta, que se vinculan a ajustes de cuenta por narcotráfico.

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