Vuelve el fuego al campo de gibraltar Un siniestro de grandes dimensiones causa el colapso en una zona turística entre Tarifa y Barbate

Más de 700 personas evacuadas por un incendio en Atlanterra

  • Anoche, al cierre de esta información, se autorizó el regreso de las personas desalojadas de un hotel y 420 apartamentos · El frente de llamas más cercano quedó estabilizado, aunque no controlado

Miedo primero, preocupación y alerta, después, y finalmente un atasco de tráfico monumental es lo que vivieron ayer miles de personas en una de las zonas turísticas más populosas del litoral gaditano. Al filo de la 22:00 horas de anoche, el delegado del Gobierno andaluz en Cádiz, Gabriel Almagro, informaba a este periódico desde Zahara de los Atunes (Barbate) de que se había autorizado el regreso a sus alojamientos a las más de 700 personas evacuadas a primera hora de la tarde ayer del hotel Meliá Atlanterra y de 420 apartamentos de la urbanización Jardines de Zahara, ya en el término municipal de Tarifa. Algunos volvían del colegio de Miguel de Cervantes. Otros de la plaza de abastos. Hubo quienes prefirieron aguardar algo más lejos. Un incendio forestal de grandes dimensiones declarado poco antes de las 13:00 horas en la cercana Sierra de la Plata obligó a desalojarles nada más empezar la tarde. "No hubo riesgo de que las llamas alcanzasen el hotel y las viviendas, pero sí de que se produjesen intoxicaciones por inhalación de humo", explicó el responsable del Ejecutivo autonómico. "Ha quedado estabilizado, pero no controlado", precisó sobre uno de los frentes del incendio, el más cercano a la zona turística. "El otro está todavía activo", reconoció Almagro desde la pedanía.

En Zahara, el tráfico se mantuvo colapsado durante toda la tarde-noche, pese a que la Guardia Civil impidió la entrada de cualquier vehículo. Incluidos los de los periodistas, que se vieron obligados a esperar a la altura del núcleo rural de Almarchal, a unos cuatro kilómetros del puente de entrada a la pedanía y prácticamente a la salida de Barbate. No obstante, como atestiguan las imágenes, dos fotógrafos de este periódico pudieron penetrar hasta el corazón de la alerta, que no es la primera en producirse en temporada alta. Anoche, al cierre de esta información, las llamas habían arrasado ya unas 200 hectáreas, según una primera estimación des la Junta.

Todo comenzó alrededor de las 12:40 horas de ayer cuando más de un centenar de llamadas telefónicas de particulares alertaron al servicio de Emergencias Andaluz 112 del inicio de un fuego en la zona de El Realillo, en la falda sureste de Sierra Plata en plena ensenada de Bolonia, dentro del término municipal de Tarifa.

En pocos minutos, avivadas por el viento de levante que fue adquiriendo fuerza a medida que avanzaba la tarde, el fuego comenzó a adquirir proporciones considerables y a extenderse ladera arriba para que pasadas las tres de la tarde afectase a la otra cara de la sierra y avanzase incontroladamente ladera abajo en dirección noroeste, lo que obligó a la evacuación de varias viviendas de la zona de Los Alemanes.

Hasta 19 unidades aéreas trabajaban, al cierre de esta edición, en la extinción del fuego, según la Junta de Andalucía, aunque algunos testigos presenciales ponían en duda el despliegue. El fotógrafo de este periódico pudo comprobar que al menos hasta las cinco de la tarde no había efectivos humanos trabajando en la zona del fuego, y que eran sólo dos aviones y dos helicópteros los que participaban en las labores de extinción. En las primeras horas, pudo verse a algunas parejas de turistas e incluso a algún ciclista paseando por el monte, muy cerca de las llamas.

Abajo, junto al hotel y mientras eran desalojados, muchos de los veraneantes decidían no volver este fin de semana a sus apartamentos, mientras los playeros de jornada trasladaban sus planes a Barbate. "Yo esta noche no duermo aquí, desde luego, no me garantiza nadie la seguridad, así que..."

A falta de conocer su origen y masa forestal que ha calcinado, el incendio de ayer se ha catalogado como de Nivel Uno. Eso es que existe riesgo de afectación a viviendas. Es por ello por lo que pasadas las seis de la tarde, los Servicios de Emergencia coordinados desde el Puesto de Mando Avanzado ubicado en la zona del Cortijo del Moro ordenó la evacuación de alrededor de 700 personas, tanto del hotel Meliá Atlanterra, como de familias de una urbanización cercana, ante el abundante humo que invadía la zona y por la proximidad de las llamas. Algún vehículo de la Guardia Civil fue avisando a los residentes, chalé por chalé.

Con rachas que superaron los 80 kilómetros por hora, los esfuerzos de los efectivos humanos y materiales poco podían hacer y las llamas avanzaban a pesar de que los helicópteros y aviones no paraban de verter agua contra las llamas y refrescar el lugar, ubicado en pleno parque natural del Estrecho.

Cuatro camiones autobombas, 12 técnicos forestales, más un número indeterminado de agentes, 75 especialistas en extinción y la colaboración de la Unidad Militar de Emergencias, intentaban controlar desde tierra el avance de la lengua de fuego que atravesaba perpendicularmente buena parte de la sierra tarifeña. Por otro lado, maquinarias pesadas se esforzaban en abrir cortafuegos que impidieran el que las llamas afectaran a las viviendas.

Desde el aire, la actividad no cesaba y en las lagunas cercanas los helicópteros no paraban de repostar agua. Hasta seis naves en un reducido espacio aéreo se acumulaban en una imagen que delataba la voracidad de las llamas y el consiguiente peligro que se cernía sobre Atlanterra, cuya carretera de acceso era una procesión de vehículos huyendo del lugar.

19 unidades aéreas distribuidas en tres aviones de coordinación, un avión de carga en tierra, cinco helicópteros de transporte y dos helicópteros pesados, en cuanto a los medios de la Consejería de Medio Ambiente, que se vieron reforzados por el dispositivo aéreo del Ministerio compuesto por un avión de coordinación, cuatro aviones anfibios, una avión de carga en tierra y dos helicópteros pesados.

El alcalde de Tarifa, Miguel Manella que, junto al concejal de Montes, Antonio Escribano, el delegado del gobierno Andaluz, Gabriel Almagro, y el subdelegado del Gobierno en la Comarca, Rafael España, acudieron hasta el centro de operaciones ubicado en Atlanterra, lamentó los hechos y mostró su preocupación por las consecuencias que el fuego tiene a nivel medioambiental, así como por los perjuicios que ocasiona en las personas que tuvieron que ser desalojadas.

"Es motivo de alarma y preocupación tener que abandonar precipitadamente tu lugar de vacaciones ante el consiguiente peligro. De cualquier forma todos los efectivos de Seguridad están velando tanto para combatir las llamas como para evitar que ocurra ninguna tragedia", señaló el regidor tarifeño.

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