enfoque de domingoalfonso lechuga. pediatra del hospital puerta del mar e investigador de la UCAObesidad infantil

"Los padres no tienen ni idea de lo que dan a sus hijos"

  • Este experto e investigador en endocrinología infantil ofrece las claves para una alimentación sana

Alfonso Lechuga.

Alfonso Lechuga.

-los datos del estudio en la provincia ¿cuánto de preocupantes son respecto al conjunto del país?

-No son muy diferentes a los que encontramos en otros lugares de España. Es cierto que supera el índice pero por muy poco, con lo cual el problema de obesidad en niños es una tendencia nacional, lo que no le resta ni pizca de importancia al problema, al revés, es bastante preocupante. Es algo que hemos estado viendo en los últimos años.

En los niños son los productos con azúcar fundamentalmente los culpables de ese exceso de peso"Ya estamos viendo en la infancia excesos de colesterol, hipertensión, diabetes y trastornos de sueño"

-¿Por qué? ¿Qué estamos dando de comer a nuestros hijos?

-En el caso de los niños son los productos con azúcar fundamentalmente los culpables de ese exceso de peso. Estamos dando gran cantidad de zumos de tetrabrick, chucherías, bollería industrial y, además, con poquísimo control, casi a todas horas. Eso por un lado, y por otro, los niños cada vez se mueven menos porque ya no juegan en la calle tanto como antes, lo hacen bajo techo y porque ha aumentado muchísimo las horas de pantalla... Esas son las dos causas principales.

-Sorprende el tema de la alimentación cuando desde hace tiempo en los comedores de los colegios se sigue una dieta equilibrada, o incluso en algunos centros se les recomienda llevar a media mañana alimentos sanos...

-Es que el problema no está en el colegio, ni siquiera en el almuerzo o en la cena, el problema está en el entre horas. Es cierto que las dietas de los comedores escolares están revisadas y son equilibradas, pero el problema es que muchos padres están en la puerta del colegio esperando ya al niño a que salga con un zumito y el bollo. Y de ahí al picoteo entre horas, de la chuchería, del capricho... ¿Y sabe lo peor? Que hablando con muchos padres es que piensan que si no se lo dan es mal padre...

-¿Están los padres informados de los productos o alimentos que son perjudiciales? ¿Son conscientes de lo que están dando a los niños?

-No tienen ni idea. Ni los padres ni cualquier persona que no suela mirar la tabla nutricional que está en el etiquetado de los productos más escondida...

-¿Cuántas calorías al día debe ingerir un niño para llevar una alimentación saludable?

-Es difícil generalizar porque no son las mismas para un niño de 2 que de 5 o de 14 años. También de si es un niño o una niña porque las niñas necesitan un poco menos y, por supuesto, también depende de la actividad física. No son las mismas las calorías que necesita un niño que juega diariamente al fútbol a otro que no haga nada. Pero, bueno, generalizando mucho, deberían de ser entre 1.400-2.000.

-¿Qué consejos da para que los niños puedan adquirir hábitos de vida saludables?

-En cuanto a la actividad física, por ejemplo, hay que tener en cuenta que debe ser supervisada. Si, por ejemplo, apunto al niño a una hora de tenis debo de saber si en esa hora el niño está haciendo ejercicio o si tiene, por ejemplo, solo 30 minutos de movimiento porque a lo mejor el tiempo restante está esperando a que otro compañero corra o está atendiendo a lecciones del profesor.... Está claro que es mejor 30 minutos moviéndote que 30 minutos frente a la tele pero no es lo óptimo. El ejercicio que haga tiene que ser aeróbic. Nosotros recomendamos uno que no cuesta dinero y que es muy efectivo, caminar, una caminata a buen ritmo y sin parar de 45 a 60 minutos. Y después hay cosas muy fáciles de hacer como evitar los ascensores y coger las escaleras, ir caminando a los sitios y si está demasiado lejos coger transporte pero bajándonos pues como un kilómetro antes para que el niño lo ande, nada de eso de aparcar en la puerta... Y que ayude en casa, que llegue del colegio y no se siente en el sofá las horas muertas, que ponga la mesa, que se le encargue bajar la basura o sacar al perro.

-¿Y en cuanto a la alimentación?

-Cuando tratamos a niños pedimos a los padres que se rellene un cuestionario donde deben apuntar cada alimento que ingieran los niños en una semana y, a partir de ahí, vemos las carencias o los excesos y trabajamos sobre eso corrigiendo los hábitos inadecuados y procurando distribuir las calorías que ingieren lo mejor posible poniendo los alimentos más calóricos en las primeras horas del día y no al final. Y la recomendación que más les cuesta seguir es la de las cinco piezas de fruta y verdura al día. Ahí siempre nos encontramos con muchos problemas, con padres que dicen que si a los niños no les gusta, que si la vomitan... Pero es que frutas y verduras, además de contener fibras y agua dejando al niño saciado y satisfecho, es que contienen minerales que no se encuentran en otros alimentos y que el cuerpo necesita, es una recomendación fundamental y la que más cuesta que lleven a cabo.

-Y sin embargo, lo escuchamos y parece tan sencillo...

-Se trata de concienciarse en cambiar de vida y eso repercutirá también en el cambio de la vida de los niños. La mayoría de los padres que vienen lo que quieren es que le demos una pastillita o una medicina al niño y que desaparezca el problema. Y eso aún no se ha inventado.

-¿Un niño no debe de tomar chuches nunca o no tomar nunca comida rápida?

-No se trata de nunca, se trata de cambiar hábitos. Si un niño va a un burguer siete veces a la semana o toma a diario chucherías lo que tenemos que hacer es reducirlo. No hay respuestas generales porque cada caso debe ser tratado de manera individual, siempre hay que evaluar al niño, sus hábitos y trabajar a partir de ahí. Tenemos que saber sus costumbres para ver qué le provoca el sobrepeso y desde ahí corregir.

-¿Qué enfermedades a largo plazo pueden desarrollar estos niños?

-¿A largo plazo? Y a corto. Los niños ya están padeciendo problemas derivados de su obesidad como dolores articulares y en las caderas, que además repercute en que les cueste más moverse por lo que cuesta más que hagan ejercicio y al final es una espiral... También los niños que tienen asma y obesidad tienen más riesgos de tener crisis más prolongadas y son más difíciles de tratar, tienen trastornos del sueño y respiratorios como ronquidos y pausas de apnea, pies planos y luego están las complicaciones metabólicas con el aumento de posibilidades de desarrollar diabetes o prediabetes (resistencia a la insulina o alteración a la tolerancia de la lactosa), hígado graso... Todas estas cosas las estamos ya viendo. Hipercolesteloremia, hipertensión... esos índices están aumentando, tienen un acumulo de grasa y de azúcar muy perjudicial pero como que suba el colesterol o la azúcar no duele pues parece que no existe.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios