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La ocupación hotelera rozó el lleno en el segundo tramo de Semana Santa

  • El alcalde destaca que desde el jueves al domingo los establecimientos estaban al 90,6%

Dos turistas, con sus maletas, por una de las calles del casco antiguo de Arcos.

Dos turistas, con sus maletas, por una de las calles del casco antiguo de Arcos. / ramón aguilar

La Semana Santa de Arcos, declarada de Interés Turístico Nacional, vuelve a demostrar que es uno de los grandes atractivos para atraer a visitantes hasta esta localidad serrana. Los días grandes de la Semana Santa, que van del Jueves Santo al Domingo de Resurrección, el sector turístico local puso el cartel de casi completo, con una ocupación del 90,6%.

A estos datos se refirió ayer el alcalde, Isidoro Gambín (PSOE), que realizó un balance del turismo en las pasadas fiestas, apoyándose en los datos de la organización que engloba a los hosteleros de Cádiz (HORECA) y la Delegación Municipal de Turismo.

El Ayuntamiento dice que ha sido todo un éxito de público las Rutas de la Pasión

"En el cómputo general, hemos crecido con respecto al año pasado", argumentó Gambín, recordando que esta mejora es pese a que la Semana Santa se complicó por las lluvias el Domingo de Ramos y el Viernes Santo. En el primer tramo de la semana se llegó al 57% de ocupación, rezando el lleno los últimos días. Además, destacó que unos 2.632 visitantes pasaron por el Centro de Interpretación de la Ciudad, lugar que comparte con la Oficina de Turismo. De ellos, 2.034 visitantes fueron españoles y el resto extranjeros.

Isidoro Gambín habló, además, del "éxito" de las Rutas de Pasión, que son los nuevos itinerarios turísticos puestos en marcha por la Delegación Municipal de Turismo para dar a conocer la Semana Santa arcense y sus peculiaridades. Se espera que el año que viene las empresas del sector continúen con esta iniciativa promocional. "Las rutas han estado completas en todos sus turnos", puntualizó.

Del mismo modo, Gambín subrayó otra de las novedades de la Semana Santa con la celebración de un encierro infantil, con carretones que simulaban un toro, y que se realizó el sábado 31 de marzo, que dejó beneficios en los establecimientos hosteleros del casco antiguo por el gran público que se congregó en sus calles, con un "lleno absoluto", dijo Gambín.

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