1 de mayo de 2007. Ese día, más de 20.000 personas inundaron la Avenida de la capital gaditana. Ese día sirvió el Día Internacional del Trabajo para que la clase trabajadora se hiciera notar en la calle. El año pasado, la asistencia a esa manifestación que reclama la defensa de derechos sociales y laborales básicas de los trabajadores no pasó de 1.500 personas. Hace ahora 10 años, se aprovechó la coyuntura para reunir a miles de personas en torno a la proclama sindical: se acababa de anunciar el cierre de Delphi.

Hoy, la fuerza de los sindicatos está en entredicho, por múltiples factores. Y sus dirigentes en la provincia, Lola Rodríguez (CCOO), Francisco Andreu (UGT) y Enrique Estévez (CSIF) ofrecen su visión de por qué ha ocurrido. Hoy, el lema propuesta por Comisiones y UGT es A la calle. Quieren que la clase trabajadora vuelva a movilizarse, a pelear por lo que consideran derechos perdidos.

Pero, con los datos en la mano, la cuestión es si hay gente para salir a la calle. Porque esos datos dicen que, hasta marzo pasado, hay 195.500 gaditanos en la calle, sin trabajo. Parecería una masa suficiente como para lograr los objetivos sindicales, pero la realidad es bien distinta. Hoy, CCOO tiene en Cádiz alrededor de 30.000 afiliados. Su responsable, Lola Rodríguez, reconoce que han pasado años duros, de caída de afiliados, "pero nos estamos recuperando; de hecho, en los peores años de la crisis, no ha parado la afiliación. Seguimos siendo la primera fuerza sindical de la provincia". La dirigente sindical cree que la movilización/conmemoración del 1 de mayo sigue siendo necesaria y sus principios vigentes.

En UGT, la afiliación en Cádiz ronda los 22.000. También han sufrido una merma en quienes pagan las cuotas. Su máximo dirigente en la provincia admite, igualmente, que "después de un periodo hemos vuelto a ganar afiliados". CSIF es el tercer sindicato en número de sindicados. Según sus cálculos, hasta el pasado 31 de marzo tenían en toda la provincia 5.603 afiliados. Han crecido más de un 8% desde el año 2013, cuando eran 5.170. Como norma general, aseguran que en la caída de representación sindical a través del pago de las cuotas tiene mucho que ver la crisis. "Ha habido bajas, pero la mayoría ha sido principalmente por la situación económica que estamos padeciendo; se han perdido muchos trabajos y, los que tienen, los salarios son muy cortos y lo primero que se reduce son cosas como las cuotas de los sindicatos", asegura Lola Rodríguez. Sin embargo, cree que eso no se tiene que traducir necesariamente en que los sindicatos no estén presentes. "Entre CCOO y UGT tenemos el 80% de la representación en las empresas de la provincia", recuerda.

Su homólogo ugetista, Francisco Andreu, opina algo parecido, pero añade más: "Creo que estamos en un cambio de tendencia. Los sindicatos no hemos perdido la calle, tenemos todos los días de la semana presencia en protestas o reivindicaciones laborales", dice. Desde el sindicato CSIF, su líder, Enrique Estévez, asegura que "la lucha de CSIF en la actualidad se centra en la recuperación de los derechos recortados en los años de la crisis: salarios, derechos laborales y sociales". En su opinión, su sindicato tiene una seña de identidad: "dialogante y negociador, que prioriza la negociación con la Administración y con las empresas para resolver problemas, defender derechos y mejorar las condiciones laborales de los trabajadores". Cree Estévez que "los trabajadores, cada vez más, creen en la filosofía de CSIF, haciendo que el sindicato crezca tanto en número de afiliados como en número de representantes sindicales".

Pero, ¿se ven legitimados los sindicatos en un día como el 1 de mayo? ¿Notan el apoyo de la sociedad gaditana? Francisco Andreu es tajante al respecto: "Lo decimos en el lema de la manifestación de hoy: no más excusas para reclamar un empleo estable, salarios justos, pensiones dignas y más protección social".

El dirigente de UGT sabe que este tipo de convocatorias ha perdido tirón, pero sigue animando: "En esta manifestación caben todos los trabajadores y todos los parados, cada uno con su pancarta, pero unidos como lo estuvieron el primer día en 1886". Para Andreu, los sindicatos (especialmente CCOO y UGT) "hemos sufrido una campaña de desprestigio brutal, por parte del Gobierno eliminando derechos y aplicando la reforma laboral, pero también mediática, donde nos han vapuleado en los últimos años con acusaciones que al final no han llegado a ningún sitio".

Lola Rodríguez asegura en este sentido que "el daño que las políticas del Gobierno han hecho a los sindicatos ha sido directo, y también las campañas de determinados medios de comunicación. A eso le sumamos la precariedad laboral y otras medidas y tenemos el panorama de hoy". Sin embargo, la líder de Comisiones en la provincia lanza un mensaje: "Que la gente pierda el miedo y salga a la calle. Es hora de exigir un cambio después de tres años creciendo y donde sólo las empresas han recogido beneficios", concluye.