inmigración

El menor, una inversión familiar

  • Las mafias piden hasta 24.000 euros por cada niño que cruza en patera

  • Una vez en territorio europeo, las propias redes ilegales o familiares recogen en ocasiones a los menores

Un grupo de inmigrantes espera a ser atendido tras desembarcar en el puerto de Barbate.

Un grupo de inmigrantes espera a ser atendido tras desembarcar en el puerto de Barbate. / román ríos / efe

Jose Carlos Cabrera, mediador intercultural, lleva 17 años trabajando con menores no acompañados. El suficiente para saber después de muchas horas de conversación con ellos cómo piensan, cuáles son sus anhelos y cuáles las esperanzas que, desde Marruecos, han puesto en ellos. "El menor es una inversión para la familia y las mafias lo venden así", declara Cabrera con una normalidad que abruma a cualquiera que desconozca los entresijos de la inmigración.

Una inversión que manejan las mafias, cuyos integrantes se frotan las manos cuando tienen el encargo de enviar una embarcación con menores migrantes en dirección a las costas españolas. "Tenemos a las mafias lucrándose con este negocio. Una patera con 10 menores puede suponer unos ingresos de unos 240.000 euros", explica el mediador.

Los expertos auguran un "verano caliente" y advierten un 'agujero' en el SIVE en BarbateLa revuelta en la zona del Rif también está propiciando la llegada de las pateras

Cabrera cree que la llegada de menores irá en aumento a lo largo de lo que considera un "verano caliente". "Pienso que el puerto de Barbate va a recibir a muchos más porque parece que hay una parte del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE), entre el Puerto de Santa María y Barbate, que está saboteada. La prueba es que todos llegan directos a la costa, sin ser localizados por Salvamento Marítimo, y en embarcaciones más seguras, de madera, más fiables. Las expediciones están muy organizadas y calculadas. En una misma patera nos encontramos que llegan vecinos y familiares", añade José Carlos Cabrera.

El mediador intercultural y arabista aboga por un sistema integral de la infancia en toda Europa. El actual servicio de protección a menores, en régimen abierto, no garantiza la seguridad del menor. Algunos de ellos, ya en territorio europeo, acaban en manos de las mafias o de familiares. "El actual marco legal no se adapta a la realidad y no podemos retener a los menores, por eso tenemos que caminar hacia una agencia europea de protección de la infancia", manifestó Cabrera, quien recuerda que para los marroquíes la única palanca para la mejora social es cruzar a territorio europeo.

Un horizonte al que mira el Magreb, pero también el África subsahariana. "Mientras que el crecimiento demográfico sea mucho más alto que el económico, esta presión migratoria va a continuar. El hecho de que la población crezca a un ritmo más rápido que la economía impide que mejore su nivel de vida. Tan solo cuando las tasas de natalidad empiecen a decrecer podrá haber algún avance", explica Carmen González, investigadora principal de las migraciones en el Real Instituto Elcano.

En su opinión, la inmigración no tiene una solución fácil ni a corto ni a medio plazo mientras el crecimiento de la población y el económico no vayan de la mano en el continente africano.

A la espera de ese futuro, la llegada de migrantes a las costas españolas sigue creciendo y los analistas añaden nuevas razones a las ya expuestas. Las revueltas que se están sucediendo en la zona del Rif es una de ellas. "El llamado hirak, el movimiento independentista de Alhucemas, con sus banderas de la efímera República del Rif y sus retratos de Abdelkrim, es una realidad inquietante. Pero creo sobre todo que se percibe un efecto llamada que no se vivía desde el inicio de la crisis económica en España. A pesar de que a nosotros nos pueda parecer que la situación laboral en nuestro país sigue siendo precaria, no lo es tanto si se compara con la crisis económica fundamentalmente agraria de las zonas rurales del norte de Marruecos", señala José Ángel Cadelo, experto en cultura islámica.

Cadelo critica que la Unión Europea siga empeñada en hacer que sus países sean competitivos en materia agraria a base de subvenciones y ayudas. "Eso favorece poco la posibilidad de desarrollo rural de los países del norte de África, cuyos productos se encuentran al llegar a España como una competencia subvencionada poco leal. Al final pagamos las consecuencias nosotros como destino migratorio de campesinos magrebíes", añade.

A Anabel Quirós, presidenta de Algeciras Acoge, le preocupa que los migrantes marroquíes sean llevados a los centros de internamiento de extranjeros. "Los privan de libertad, sin haber cometido ningún delito, antes de ser devueltos de nuevo a su país", explica. Quirós tampoco ve que el camino que queda por recorrer sea fácil. "Hoy son marroquíes, mañana serán africanos y pasado, sirios. Todos quieren mejorar sus vidas y mientras que los gobiernos no establezcan vías legales y seguras para entrar y salir de los países, la inmigración no va a cesar", explica la presidenta.

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