El Juzgado de lo Penal número 1 de Cádiz ha condenado a I.H.G. a dos años y medio de cárcel y retirada del permiso de conducir por cuatro años y seis meses tras atropellar mortalmente a un peatón cuando conducía ebrio por la localidad de Tarifa durante la Vuelta Ciclista a España.

Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el juez ha dictaminado que se trata de un delito contra la seguridad vial junto a otro de homicidio por imprudencia grave.

El tramo donde tuvo lugar el siniestro era recto y sin ningún problema de visibilidad

Los hechos probados recogen que el 24 de agosto de 2014 el conductor ahora condenado había pasado la noche de fiesta en Tarifa, consumiendo alcohol y sin dormir, y por la mañana inició el trayecto de vuelta hacia su ciudad de residencia, Jerez.

Esa mañana la Guardia Civil había cortado la N-340 en dirección a Algeciras -en el cruce con la A-2227- porque estaba celebrándose la Vuelta Ciclista a España. Los vehículos, por tanto, estaban siendo desviados.

La víctima, A.J.R.H. de 30 años, iba a pasar el día a la playa junto a su novia, ambos en un coche, y tras ellos, un amigo con su pareja en otro turismo. Sobre las 12:00 horas se encontraron la aglomeración de coches y personas en el cruce, consecuencia del corte de la N-340.

La sentencia, de la que ha informado el Bufete de Osuna Abogados, indica que, al igual que otras personas que bajaron de sus vehículos pidiendo explicaciones o preguntando por una dirección alternativa, el fallecido también bajó del suyo, que dejó en un camino de tierra, y se colocó junto a la bionda para hablar a gritos con su amigo -ocupante del otro coche y que había aparcado al otro lado- para decidir qué dirección tomar.

Fue en ese momento cuando I.H.G. llegó al cruce y se distrajo mirando a la Guardia Civil, por lo que perdió el control del turismo e invadió el arcén donde había varias personas, atropellando mortalmente a A.J.R.H.

La sentencia expone que este conductor circulaba bajo los efectos de la ingesta previa de bebidas alcohólicas que afectaban negativamente a sus aptitudes psicofísicas para el gobierno de vehículos. Asimismo, esto provocó que hubiera desatención de las incidencias del tráfico por parte del conductor, que continuó la marcha sin realizar maniobra de frenado ni disminuir la velocidad, dirigiendo su mirada hacia la aglomeración. Perdió, por tanto, el control del vehículo.

Como resultado, la víctima se golpeó con la parte delantera del coche y, a consecuencia de ello, salió despedido y cayó sobre la calzada después de golpear la luna. A resultas del impacto sufrió politraumatismos que ocasionaron hemorragias internas masivas que determinaron su fallecimiento.

Por otro lado, la sentencia subraya que el lugar del accidente es un tramo totalmente recto, sin ningún problema de visibilidad. Además, el magistrado resalta en la resolución judicial que el día del siniestro era una jornada soleada, por lo que la aglomeración de personas era visible de lejos. Concluye pues que fueron las condiciones en las que se encontraba conductor la causa de su pérdida de atención y del suceso.