Un jurado comenzará el próximo 3 de marzo a juzgar a E.M., un vecino de Chiclana a quien el fiscal acusa de apuñalar mortalmente al padre de su novia durante una discusión que mantuvieron ambos en esa localidad. Los hechos sucedieron en julio de 2006 en la urbanización Los Esteros. El escrito de acusación afirma que la víctima, F.A., no veía bien la relación que mantenía su hija con el procesado.

El fiscal ha calificado los hechos como un delito de homicidio por el que pide para el acusado 12 años de prisión. E.M., explica, fue diagnosticado de esquizofrenia paranoide en mayo de 2000 y ha permanecido ingresado varias veces en la Unidad de Salud Mental del Hospital Universitario de Puerto Real, la última el 5 de septiembre de 2004. Esa enfermedad puede alterar su capacidad para entender y decidir, agrega el fiscal, pero en el momento de los hechos no presentaba brote psicótico alguno que le impidiera comprender el alcance de sus actos ni mermase sus capacidades.

El juicio, que se celebrará en la Audiencia Provincial de Cádiz, ha sido señalado por la Sección Primera para un mínimo de tres jornadas. El escrito de acusación relata que el acusado mantenía una relación sentimental con M., la hija de la víctima, desde comienzos de julio de 2005.

Un año después, el 15 de julio de 2006, hacia las tres de la tarde, el acusado y su novia se encontraban en un dormitorio del domicilio de los padres de él, añade el escrito: habían pasado la noche allí tras haber organizado una barbacoa.

El fiscal indica que la pareja oyó el timbre de la vivienda, el acusado se asomó a una ventana y vio que se trataba del padre de su novia. Entonces se vistieron los dos y bajaron a abrir la puerta, cosa que hizo ella.

Esa versión agrega que F. le pidió a su hija que recogiese sus cosas y se fuese a casa con él. Y que en ese momento, F. y el procesado entablaron una discusión en el patio interior de la casa que derivó en un forcejeo e inmediatamente en una pelea.

Fue durante la pelea, explica el fiscal, cuando de manera sorpresiva el acusado cogió un cuchillo de cocina que se hallaba sobre una mesa y se lo clavó cuatro veces a F., quien falleció tras recibir las puñaladas. Una de ellas, mortal de necesidad, perforó el ventrículo derecho del corazón. La víctima tenía tres hijas, una menor de edad en aquella fecha.