El alcalde, Ernesto Marín, y el concejal de Promoción de la Ciudad, José Manuel Lechuga, llevaron a cabo ayer una visita a las obras de la Gran Plaza junto a técnicos municipales para encontrar la solución "más rápida y menos costosa" en el desarrollo final de estos trabajos.

El objetivo municipal es que "esta construcción pueda quedar integrada en el entorno sin dañar la estética de lo ya construido, de forma que la conjunción de ambas obras sea lo más gradual posible".

Tras visitar la Gran Plaza, tanto el regidor como el edil de Promoción de la Ciudad coincidieron con los técnicos en que lo más importante era "agilizar los trabajos para que el proyecto quedara finalizado lo antes posible". "Como ya hemos dicho en anteriores ocasiones, si este equipo de gobierno hubiera sido el encargado de realizar esta obra, está claro que ni la estética ni el grueso del proyecto hubiera sido como lo encontramos ahora, si bien entendemos que hacer cualquier modificación al respecto supondría un desembolso importante de dinero público que ni queremos ni podemos hacer porque ello supondría recortes que no vamos a consentir en otros proyectos pendientes en las barriadas. Bastante le ha costado ya a los chiclaneros un proyecto faraónico como éste, ideado y gestionado directamente por Román", dijo Marín.

Lo que todavía no está definido es si se mantendrán las antiguas dependencias de Consumo y Turismo que se ubican en uno de los laterales de la Gran Plaza o si finalmente se opta por derribar esta construcción.