Turismo

La confianza que da la vigilancia y la aprobación de todos

  • La validación de transacciones por parte de todos los usuarios es la clave de Blockchain, que será realidad en diez años

Al final es todo un asunto de confianza en la identidad. Así que se puede resumir de la siguiente manera: Blockchain es más fiable porque el fedatario de las operaciones no eres tú ni cualquier notario, cualquier autoridad, cualquier amigo, porque no es una persona, o una institución o un banco, sino que es un algoritmo el que determina tu identidad. “¿De qué puedes estar más segura, de la fidelidad de tu marido o de que 28 más cuatro son 32?”, pregunta Fernando Gallardo, a una de las participantes en su seminario. Está claro: la cuenta aritmética no te va a fallar nunca y de los maridos... ya se sabe.

Pues así es la confianza que consiguen los usuarios de Blockchain, respaldados en sus transacciones por una criptomoneda (con el mismo valor contable y cotizable que cualquiera) mucho más fiable que la fácil cuenta propuesta por Gallardo: un código de cifras que sólo el superordenador más potente del mundo podría desencriptar. Claro que para eso tendría que emplear, según los cálculos, unos ¡trescientos mil años! Infinitamente más que lo que se tardó en interpretar los jeroglíficos egipcios o la escritura cuneiforme. Y probablemente, más que el disco de Festos, aún con su misterio sin desvelar.

Eso sí, esta maravilla de fiabilidad, rapidez y eficacia, tiene un pequeño inconveniente. Gallardo habla desde la autoridad que le dan sus muchos años de comentarista de hoteles en El País, desde la complicidad que podemos sentir hacia quien inventó el concepto de ‘hotel con encanto’ y desde la fiabilidad que le otorgamos a quien se ha dedicado en los últimos años a analizar las tendencias del sector turístico. El inconveniente de Blockchain es que, según el propio analista, no tendrá casi ningún impacto en los próximos cinco años y será una realidad palpable dentro de diez. Con razón dice que a él el presente no le interesa, sino que analiza tendencias y sugiere cómo aprovechar la ola buena de ese futuro.

Entonces, la cosa parece que se trata de que a través de internet pueda circular, no sólo como hasta ahora información, sino otras cosas como bienes y servicios, todo tipo de transacciones. Para conseguir que ese tipo de transacciones sean válidas se requiere que todos los usuarios de Blockchain vean y validen la operación, y ahí ya no es necesario que intervengan intermediarios. Son todos los vecinos de ese bloque los que otorgan la confianza, y entonces se autoriza la operación, porque los que operan tienen una identidad fiable, un algoritmo único, intransferible e infalsificable.

El sistema tiene características hasta de juego en el que cada uno de los usuarios va ganando en confianza, e incluso premios, con respecto al resto según haga más operaciones y sean validadas. Sí, podría ser una revolución histórica. No sería ni siquiera el Estado el garante de la confianza, sino los usuarios todos. Gallardo se atreve a una afirmación casi de Minority Report, aunque él dice que es más de Black Mirror: “Con Blockchain, que más que tecnología es un protocolo, En el futuro no podrá existir el robo”.

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