Uno de los buques insignias del importante patrimonio de la localidad serrana de Bornos, el Castillo Palacio de los Ribera, será, a partir de ahora, escenario de la cultura y la actividad turística de este municipio.

Este magnífico edificio situado en pleno casco histórico de Bornos, de origen árabe, ha sido objeto de una nueva rehabilitación con el propósito de adecuarlo a usos de carácter cultural. La profunda remodelación se enmarca en el proyecto Culturcard, que promociona la Diputación Provincial de Cádiz, a través del Instituto de Empleo y Desarrollo Tecnológico, mediante un acuerdo con la Mancomunidad de la Sierra gaditana y el Consistorio bornense.

Los trabajos, cuya financiación asciende a 245.500 euros, se han centrado en la adecuación de las alas norte y oeste de la planta alta de la edificación para convertirlas en un centro de exposiciones, que alberga también oficinas municipales. La idea ha sido revalorizar este espacio para integrarlo en la vida de la localidad.

De igual manera, se ha recuperado la escalera de acceso principal ubicada en el ala este y las dependencias existentes en la entreplanta de la Torre del Homenaje que da a la Plaza Primero de Mayo.

Los arquitectos encargados son Ana Belén Benítez Perdigones e Hilario de Francisco Ramírez. Por su parte, el arqueólogo encargado de las labores de intervención ha sido Luis Cobos.

El alcalde del municipio, Fernando García (PP) y el presidente de la Mancomunidad serrana, Alfonso Moscoso, fueron ayer los encargados de inaugurar estas instalaciones por las que pasarán, a partir de ahora, las actividades culturales de la población.

El Castillo Palacio de los Ribera ha tenido con anterioridad otras rehabilitaciones en distintas áreas para consolidarlo en una lucha sin cuartel contra el deterioro que causa el paso del tiempo.

El conjunto monumental es propiedad del Ayuntamiento de Bornos desde 1949, cuando la institución lo compró a José Bohórquez Gómez.

El edificio está construido entorno a un patio, en cuyo extremo sur se encuentra el antiguo castillo medieval. Se trata de una torre vigía cuadrada, de origen árabe, entorno a la que se amplió, tras la Reconquista y de la sublevación mudéjar, otro cuerpo de planta también cuadrada.

El palacio de los Ribera se encuentra adosado al castillo viejo y absorbe restos de la antigua muralla que lo rodeaba. Es de estilo plateresco y fue propiedad de la Casa Ducal de Medinaceli hasta 1945, fecha en que lo adquirió José Bohórquez Gómez y con posterioridad el Ayuntamiento. Una de las joyas de este emblemático edificio es el jardín renacentista que guarda entre sus muros.