Nunca un año será tan fundamental para la historia futura de Cádiz como el 2008. Lo va a ser porque a lo largo de sus 366 días se van a poner, o por lo menos deben ponerse, las bases de buena parte de los proyectos considerados como esenciales para que la ciudad esté perfectamente preparada de cara a la conmemoración del Bicentenario. Todo lo que no se inicie o proyecte antes de que lleguemos al 31 de diciembre próximo difícilmente estará ejecutado en tiempo y forma. La cuenta atrás de cara al 2012 ha comenzado.

La buena conexión que hay entre la alcaldesa, Teófila Martínez, y la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, así como el sentido de ciudad por encima de ideologías políticas que tiene la gerente del Consorcio del Doce, María Luisa García Juárez, permiten el optimismo y garantizar el cumplimiento del calendario previsto para este ejercicio. En cuestión de unas semanas deberá de cerrarse la planificación de las obras a las que se dará prioridad (y aquí se prestará especial atención a San Fernando, cuyos actos conmemorativos se adelantan a 2010), a la vez que se fijará que administración se encargará de su gestión y cómo se financiará.

El 2008 va a ser esencial para operaciones de un calado hasta ahora inimaginable, como es la recuperación para el uso ciudadano del castillo de San Sebastián. Si las previsiones se cumplen, se cerrará el año con todos los proyectos de rehabilitación del recinto fortificado ya listos e, incluso, iniciados, a la vez que se definirá qué se quiere hacer en su interior, para encargar el proyecto correspondiente. Será también el año del inicio de las obras del que será el mayor hotel de la ciudad, el que sustituya el antiguo colegio Valcárcel, mientras la oferta de la capital crecerá con los nuevos centros que se ejecutan en el casco antiguo, obras todas ellas esenciales para que Cádiz pueda responder a la demanda turística que se espera para el 2012.

Todo ello por lo que se refiere a obras puras y duras, porque Cádiz, fundamentalmente a través del Ayuntamiento, ya viene desarrollando una importante actividad en el plano cultural relacionado con el Bicentenario que para el nuevo año tendrá un broche de oro con la celebración de los 30 primeros años de la Constitución de 1978, que se quiere conmemorar en Cádiz por todo lo alto.

Fundamental para la ciudad y su provincia, aunque con una planificación alejada de los agobios del Doce, durante el año que ahora se inicia el Consorcio de la Zona Franca pretende adjudicar las obras del nuevo hospital de Cádiz e incluso, aunque para ello tendrá que apurar al máximo los plazos, iniciar los trabajos de un centro médico fundamental.

Es esta una de esas obras que marcan el futuro de una ciudad, y más al afectar su desarrollo a un solar con una ubicación estratégica, el hoy ocupado en la avenida Ana de Viya por el Puerta del Mar, que en su momento, más allá del 2012, se convertirá en un polo económico importante.

No tendrá, sin embargo, el valor que tendrá en su momento la remodelación de la Plaza de Sevilla. Pendiente de la firma del convenio, el 2008 se presenta con numerosas incógnitas respecto a su desarrollo. El Ayuntamiento pretende tener en unas semanas el anteproyecto para la construcción del aparcamiento subterráneo que irá bajo la nueva avenida que sustituya a la carretera industrial. Pero para su ejecución hay que realizar previamente numerosos cambios urbanísticos en la zona. Y todo pendiente de lo que pasará con el edificio de la Aduana.

Si la Junta decide proteger el edificio, el proyecto global se verá una vez más seriamente afectado tras acumular ya tres años de retraso. Siendo como es esencial, pues es la puerta fundamental de acceso al casco histórico desde el segundo puente, no está nada claro el grado de avance que tendrá esta operación para el 2012 e, incluso, para el 2011, cuando el puente de La Pepa esté ya en funcionamiento.