Provincia de Cádiz

750 afectados por una estafa en la venta de seguros de automóviles

  • El presunto autor de los hechos fue detenido por la Guardia Civil y hace pocos días apareció sin vida en su oficina de Chiclana

Fachada de la correduría de seguros ubicada en la calle Lugo de Chiclana en la que tuvieron lugar los hechos.

Fachada de la correduría de seguros ubicada en la calle Lugo de Chiclana en la que tuvieron lugar los hechos. / sonia ramos

La Guardia Civil ha destapado una estafa masiva a través de la venta de seguros de automóviles en una correduría de Chiclana que habría afectado al menos a 750 personas y que ha tenido un final dramático para el presunto estafador.

La historia viene de atrás y, como siempre ocurre, todo arranca con una primera denuncia, con una mujer que se percata, tras sufrir un accidente, que está circulando sin seguro pese a haber desembolsado la cantidad estipulada en una correduría de la chiclanera calle Lugo.

A esa primera denuncia siguen otras, hasta el punto de que la compañía con la que trabajaba el corredor de seguros implicado envía a la Guardia Civil un listado con posibles afectados, que alcanza el sorprendente número de 750. El modus operandi de esta persona, según informa la Benemérita, era básico pero efectivo: presuntamente cobraba las pólizas pero no confirmaba los datos del precontrato con la compañía en cuestión, en este caso, Allianz.

A principios del pasado mes de julio, agentes de la Guardia Civil, por orden del juzgado número 2 de Chiclana, detienen al corredor de seguros y le toman declaración antes de continuar con una investigación que esperaba encontrar a más afectados, sobre todo en Chiclana, aunque no se descartaba que los hubiera también en otras poblaciones de la provincia.

Los afectados estaban a la espera de que el juzgado fijara la causa penal contra esta persona para poder cobrar el dinero que les fue estafado, y que, en el caso de la denunciante que se puso en contacto con este medio para dar a conocer la historia, ascendía a 1.000 euros.

Sin embargo, en un giro dramático de lo que no dejaría de ser una presunta estafa más, que apenas si acarrearía una escasa pena de cárcel, el presunto autor de los hechos se quitó la vida la pasada semana en la propia oficina de la calle Lugo, donde fue encontrado por una empleada, que dio aviso a las autoridades. Tenía 52 años y deja familia.

Tras este suceso, el juzgado ha decidido archivar la causa penal y ha advertido a los afectados que si quieren reclamar el dinero perdido tendrán que contratar un abogado para que les lleve su reclamación por la vía civil.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios