Puerto Real

"Vivo encerrada en mi propia casa para evitar que entren las ratas"

  • El abandonado campo de fúbtol Sancho Dávila se ha convertido en foco de suciedad y roedores y en un problema para los vecinos

El abandono que sufre el que fue terreno de juego del Puerto Real Club de Fútbol, el Sancho Dávila, está generando serios problemas a los vecinos de los edificios que colindan con la abandonada instalación deportiva.

Inmaculada Pérez Mariscal es una de ellas. Reside en la primera planta de un edificio situado en la calle San Alejandro, contiguo al campo, y dice vivir encerrada en su propia casa porque las ratas entran en su vivienda. "Yo no puedo seguir así, con todo cerrado en casa y despertándome a media noche con el ruido de una rata que se pasea por el salón de mi casa", explica la mujer. Dice sentirse atrapada en su vivienda y con el temor de encontrarse roedores como los que ha visto en las últimas semanas, incluso intentando anidar bajo su sofá.

"El problema es la palmera que tengo al lado de mi ventana. El campo de fútbol es un basurero, una mina de ratas y bichos que trepan la palmera y acaban entrando en mi casa por la cocina o, tras caminar por los cables del edificio, acceden por otras ventanas en las que incluso me han mordido y roto las mosquiteras", asegura con mucho nerviosismo.

La vecina ya ha presentado varias denuncias en la Policía Local, en el servicio municipal de Salud y en la oficina de la empresa pública de suelo y vivienda (EPSUVI) responsable del terreno, sin que de momento se haya hecho nada. "Me dicen que me espere, que hay falta de personal para intervenir en el campo, siendo incapaces de ponerse en mi situación y en la de mi familia", lamenta.

Los problemas de Inmaculada Pérez no son exclusivos de ella. El resto de vecinos de la calle sufren el mismo calvario y se repiten los episodios. También lo padece el bar La Cantina, cuya terraza está en pleno campo de fútbol, que ha tenido que vallar, poner trampas y veneno para evitar que se cuelen estos animales.

Tras la llamada desesperada de los vecinos, este periódico contactó ayer con la responsable de Medio Ambiente y Salud en el Ayuntamiento, María Merello, quien entendió el temor de la vecina y consideró la actuación necesaria como "urgente y prioritaria". Ayer mismo contactó con la EPSUVI, asegurando que ya se había dado orden para que se haga una poda en las palmeras del campo de fútbol y se coloquen anillas en el tronco. El lunes se comenzará a trabajar para buscar una solución a la limpieza integral del antiguo Sancho Dávila, que está en un estado lamentable.

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