DOMINGO DE RESURRECCIÓN

La Villa cerró la Semana de Pasión con la salida de su Resucitado

  • La Asociación parroquial dedicó su desfile a las mujeres que padecen cáncer de mama

Puerto Real vivió ayer el día más importantes de la Semana Santa: el de la Resurrección del Señor. Se celebró con una eucaristía en la Prioral de San Sebastián, previa a la salida procesional de la Asociación Parroquial del Santísimo Cristo Resucitado. Por última vez en esta Semana de Pasión, la puerta de la epístola de la Iglesia Mayor se abrió para el desfile de un cortejo procesional que abría la cruz de guía, seguida de una veintena de niños que, vistiendo túnica blanca y cíngulo amarillo, hacían sonar campanas para anunciar la resurrección. Además, en el cortejo participaban representantes de todas las hermandades y cofradías de la Villa, así como las asociaciones parroquiales y el Consejo Local de Hermandades. El padre Marco Antonio Huelga, director espiritual del Consejo, presidía el desfile.

Como es habitual, un enorme olivo acompañaba a la imagen del Cristo Resucitado, obra del escultor gaditano Francisco Javier Geraldía Capurro, en el único paso que ayer procesionaba. A su paso por la calle San José, la Agrupación Musical Jesús de la Clemencia, de Jerez, entonaba la marcha Costalero, marcando el paso de los 24 hermanos que portaban el Cristo resucitado bajo las órdenes de Domingo Vías Bermúdez y Félix Espinosa García.

Tras una parada para el descanso, el caminar de los cofrades se reanudaba con la marcha Señor de San Román para proseguir por San José antes de entrar en la calle Santo Domingo, donde se vivía el emotivo momento, que se está convirtiendo ya en tradición, ante las puertas del colegio Juan Pablo II-Santo Ángel, donde hubo una ofrenda floral.

Fueron varios los momentos emocionantes de este desfile, que ayer dedicaban a las mujeres que padecen cáncer de mama. Por ello, todo el exorno floral del paso estuvo compuesto por flores rosas que habían sido donadas en su mayor parte por los fieles. También un lazo rosa, símbolo de la lucha contra el cáncer, procesionó colocado en unos de los candelabros del paso. A la altura de la calle Vaqueros, una de las mujeres socias de Agamama (Asociación Gaditana de Mujeres con Cáncer de Mama) dio una levantá del paso en homenaje a las mujeres que batallan con esta enfermedad.

Otro detalle simbólico era el ichtus, el símbolo del pez cristiano, impreso en una de las velas que acompañaban al Resucitado.

De este modo, bajo un sol radiante que acompañó a los cofrades durante todo el recorrido, se cerraba la Semana Santa puertorrealeña de 2018, en la que la meteorología puso en vilo a muchas hermandades y cofradías. Pese a ello, todas pudieron realizar su estación de penitencia a excepción de la Hermandad del Ecce Homo, que se quedó en María Auxiliadora a causa de la lluvia el Viernes de Dolores.

Los cofrades de la Villa tienen ya su mirada puesta en otro acontecimiento cofrade que se va a celebrar en Cádiz el próximo 7 de julio, cuando la Hermandad de la Vera Cruz de Puerto Real participe junto a otras hermandades y cofradías de la provincia en el Vía Crucis Diocesano para celebrar el 750 aniversario de la creación de la Diócesis de Cádiz y los 600 años de la sede de Ceuta.

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