Provincia de Cádiz

Valderas tampoco calma los ánimos de los ex Delphi

  • El vicepresidente de la Junta recibe los reproches del colectivo, que exige soluciones

El vicepresidente de la Junta y consejero de Administración Local y Relaciones Institucionales, Diego Valderas, "dio la la cara" ayer al acercarse a dialogar con un grupo de unos cien exempleados de Delphi que le esperaban a las puertas de un acto al que asistió en la capital gaditana. Les garantizó que "el diálogo sigue abierto" y les propuso la celebración de reuniones para abordar su situación. Sin embargo, el colectivo "exige soluciones" y despreció seguir manteniendo encuentros que, en su opinión, sólo sirven para "marear la perdiz".

Preguntado por esta cuestión, Valderas explicó que se acercó a hablar con este colectivo porque representa a un Gobierno "abierto y de cercanía", que está "al lado de la gente que protesta en la calle ante situaciones de carácter injusto que se dan en la sociedad". El vicepresidente de la Junta trasladó a los ex de Delphi que el Gobierno andaluz "sigue trabajando, no exento de dificultad", para alcanzar una solución factible, ofreciendo también la posibilidad de celebrar reuniones que permitan avanzar en este sentido.

Valderas aludió a los contactos que ha mantenido la Junta con la empresa asiática BWI para abordar su posible instalación en los antiguos terrenos de Delphi, que defendió que "se pongan en valor", ya que "Cádiz y su Bahía necesitan mucho empleo industrial".

Una vez finalizado el acto, el portavoz de UGT de este colectivo, Antonio Montoro, criticó que Valderas se limitara a hacer "un discurso político" y rechazó seguir manteniendo "reuniones que no sirven para nada". Reconoció que la paciencia del colectivo está "agotada" después de cinco años, por lo que mantendrán actos de este tipo allá donde asistan los representantes de la Junta hasta que se produzca una solución definitiva al conflicto.

Lamentó Montoro que la Junta "no haya apostado antes" por los antiguos terrenos de la multinacional, considerando que si lo hubiera hecho hace cinco años "hoy ya no tendríamos este problema".

Finalmente, y tras reprochar a la Administración andaluza que "ni siquiera haya sido capaz de interponer una querella a Delphi para reclamar los diez millones de euros que figuran en el protocolo" firmado tras el cierre, aseguró que "mientras haya esperanza" los antiguos trabajadores "no van a tirar la toalla", ni con BWI ni con ninguna empresa que muestre su disposición a instalarse en la zona.

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