Provincia de Cádiz

Six Mode: Un nuevo hilo conductor entre Sevilla y Tánger

  • Dos empresarios hispalenses montan un taller textil para firmas de alta costura

Once de la noche. Hotel Intercontinental de Tánger, un destino bastante común entre turistas y empresarios españoles. A mi izquierda un español, andaluz, muy andaluz. Es fácil confraternizar fuera de casa. Resultan ser dos sevillanos y para más casualidad, hoy es su día de estreno como emprendedores en Marruecos. Y como dicen que las casualidades no existen, éste puede tomarse como el mejor ejemplo, cotidiano que no científico, de la fuerte presencia andaluza en el país.

Ellos son Paco González y Paco Pérez y la empresa que acaban de montar, de nombre Six Mode, es un taller de moda en la Zona Franca de Tánger con una producción dirigida, en su mayoría, al negocio de la alta costura. Podría decirse que son emigrantes del textil hispalense, un sector sumido en una profunda decadencia y en el que sólo resisten "cuatro o cinco cooperativas". Han empezado con 25 trabajadores, mujeres y también hombres, ya que estos últimos se han revelado, singularmente, como mejores costureros que sus compañeras.

La actividad concreta será corte y fabricación de prendas, puesto que el diseño y el patronaje se mantendrán en Sevilla. "Así está más controlado y cerca de los clientes, que es muy importante", subraya Paco Pérez. Entre estos figuran nombres conocidos como Pedro Barón, Folque -ambas de ropa infantil- o Creaciones Alves, "pero hay muchos proyectos en marcha", apostilla su socio Paco González. Ésta es la mayor ventaja, junto a la económica, que advierten en Marruecos. "En poco tiempo se obtiene un buen rendimiento y tienes posibilidades de expansión", apunta González con la voz de la experiencia, puesto que lleva casi un año en el país.

Respecto al coste, el de implantación es similar y aunque los aranceles "son caros", se compensan con un impuesto de sociedades que grava sólo el 8,5% de los beneficios -la Hacienda española se lleva el 33%-. Pero, para ellos, la clave es el empleo barato: 220 euros por operario y sin un fijo mensual, ya que el cobro es por horas. El ahorro, según calculan, es del 70% con respecto a Andalucía, mientras que en la producción total ronda el 30%.

Además, la ventaja para el sector textil es que hay mucha mano de obra disponible y, por si fuera poco, los marroquíes "prefieren trabajar en empresas extranjeras porque, aunque algunos es cierto que vienen con el látigo, la mayoría se porta mejor: se les paga la media hora del desayuno y, por ejemplo, nosotros también costeamos el traslado al taller". La consecuencia es que "una pequeña sevilla está naciendo" en el corazón de esta región, concluye Paco González.

Ésta es la cara del mundo laboral marroquí, mientras que la cruz es "el poco apego al trabajo", que genera un alto nivel de absentismo, y un machismo muy fuerte que llega a complicar la propia vida laboral.

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