La lonja de subasta vacía y sin actividad, los barcos amarrados, la cafetería del puerto pesquero sin apenas clientes, las ferreterías de efectos navales sin movimiento de personas. Éstas son algunas de las instantáneas que ayer se podían ver en el recinto portuario barbateño, cuyo sector pesquero espera que amaine el temporal de Levante para poder hacerse a la mar, algo que pudiera ocurrir en la media noche del domingo.

A este cúmulo de despropósitos se unió ayer la subida del combustible que ha llegado a un máximo histórico alcanzando los 60 céntimos y 4 décimas, según la actualización de precios que recibió Antonio Rodríguez Picazo, al abrir la estación de combustible del puerto de La Albufera. En su opinión, se ha llegado a una cota de los 60 céntimos por litros que se mantuvo varios días, pero nunca se había subido a 60,4 céntimos por litro. En mayo del año 2003 el precio del gasoil para los barcos pesqueros era de 18 céntimos por litro. El miércoles su precio era de 59,3 céntimos por litro. Ayer subió 1,1 céntimo.

La mayoría de los barcos grandes necesitan una media de 10.000 litros de combustible para salir a faenar, una cantidad que deben reponer cada dos semanas si salen a faenar al caladero del Golfo de Cádiz y semanalmente si salen hacia Marruecos. Estas retiradas de combustible son abonadas desde la vendeduría del puerto que lleva la contabilidad de los barcos, que también precisan del hielo, los víveres, los efectos navales y demás cuestiones necesarias para salir al mar.

Mientras que el viento de Levante arremetía con fuerza por cada rincón del puerto, haciendo mover la arena llegada desde la playa del Carmen, los patrones, mecánicos y algunos marineros preparaban los barcos, arrancaban los motores y confiaban en poder salir a faenar el domingo, aunque de momento las previsiones no son halagüeñas, ya que la alerta naranja por fuertes vientos se ha aumentado hasta las doce de la noche del 17 de febrero.