En lo primero que se ha notado el frío es en el número de comensales que a diario se atiende en El Pan Nuestro. La cifra se ha disparado en las últimas semanas en este comedor social de La Isla. Más incluso que otros años por estas mismas fechas, según su presidenta, Rosa Giner. Lo normal -explica- es rozar los 40 comensales (al margen de los lotes de comida que reparten entre las familias más necesitadas de la ciudad). Y en estos días se está atendiendo a unos 60. Con las bajas temperaturas son más los que acuden en busca de ayuda.

En El Pan Nuestro, el frío se combate a golpe de calorías, "con platos muy contundentes", señala la responsable de la directiva. Es -explica- una dieta pensada para combatir el frío de estos días, especialmente potajes. También allí, en el comedor de San Fernando, se les suministra mantas, ropa de abrigo, chaquetones y hasta guantes y bufandas gracias a las donaciones que realiza la ciudadanía. "Se les proporciona ropa de abrigo para que puedan pasar el frío", advierte Rosa Giner, que recuerda también las necesidades del comedor, que precisa de nuevos socios para llevar adecuadamente su labor.

También en el albergue Federico Ozanam, de la sociedad San Vicente de Paúl, está prácticamente al límite en estos días de frío. "Espero que las previsiones que se manejan para los próximos días sean más suaves de lo que se dice", apunta el presidente de la conferencia isleña, Manuel Pinedo, al referirse a la tragedia de la gente que tiene que pasar la noche en la calle. A ellos, recuerda, también se les ayuda con ropa de abrigo y con todo lo que se pueda.