Apenas 40 días después de que el PSOE cerrara su nómina de candidatos a las alcaldías de la provincia (ver Diario de Cádiz del 18 de febrero), el PP ha hecho lo propio con una relación en la que destaca la presencia de alcaldes y ex alcaldes y en la que esta formación política estrena la fórmula de los candidatos importados, es decir, militantes que previamente han sido concejales en localidades diferentes a las que concurren en estos comicios.

En este último grupo se encuadran los alcaldables del PP en San Fernando, Chipiona y Villaluenga del Rosario. El primero de ellos, José Loaiza, fue delegado municipal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Cádiz y ahora aspirará a ganar las elecciones en La Isla, localidad de la que es natural y en la que reside. En el caso de Chipiona, la opción para derrotar al regidor socialista Manuel García es Antonio Peña, que hasta el lunes ha sido edil con responsabilidades de gobierno en Rota pero que suma muchos años como médico en un centro de salud de la localidad chipionera. Y en el caso de Villaluenga, donde el PP carece de agrupación local, la apuesta en esta ocasión será Adela Fernández, quien fuera delegada municipal de Servicios Sociales en el primer mandato de Teófila Martínez como alcaldesa de Cádiz (1995-1999).

Pero la gran baza del PP en estos comicios locales está constituida por sus ocho alcaldes actuales, con la regidora de la capital gaditana como principal bandera. A diferencia de lo sucedido en las filas socialistas, todos los alcaldes populares se presentarán a la reelección y sólo uno de ellos debuta en estas lides. Este es el caso de la máxima autoridad municipal de La Línea, Alejandro Sánchez, que llegó al cargo a mitad del presente mandato corporativo tras la inhabilitación de Juan Carlos Juárez.

Y si el PSOE ha recurrido a dos ex alcaldes -en Bornos y Zahara de la Sierra-, los populares han duplicado esta fórmula, ya que hasta cuatro ex regidores serán de la partida el 22-M. En esta situación se encuentran María José García-Pelayo (Jerez), Ernesto Marín (Chiclana), Juan Andrés Gil (Tarifa) y Juan María Mangana (Benaocaz).

En la comparativa entre los 44 candidatos del PSOE y del PP destaca que ambas formaciones optan por el mismo número de mujeres para liderar las listas (12); y si los socialistas han renovado al 50% de sus alcaldables de 2007, los populares aumentan este porcentaje hasta el 59%, ya que sólo repiten 18 de sus primeros espadas en las anteriores elecciones municipales, debutando por tanto los 26 restantes.

A diferencia de lo que sucede en el PSOE, en el que sólo tres de sus candidatos fueron derrotados en 2007 -los de El Puerto, Conil y Alcalá del Valle-, el PP cuenta con hasta 13 alcaldables que no lograron la victoria hace cuatro años, como le sucede por ejemplo a las regidoras de Rota y El Gastor.

Con estas mimbres el PP aspira a ganar sus segundas elecciones municipales en la provincia -ya ganó las de 1995- y, sobre todo, a alcanzar por vez primera la Presidencia de la Diputación. Lograr representación en los 44 municipios es otro reto que jamás ha logrado esta formación. En 2007 se quedó fuera de seis corporaciones municipales.