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La presencia de la mujer en la Semana Santa

El Obispado de Jerez estudiará la queja que presenten las costaleras

  • Una de las hermandades portuenses implicadas también ha remitido ya sus argumentos al delegado diocesano

  • Medios de comunicación de todo el país se hacen eco de la polémica

Las dos costaleras posan en el interior de la Iglesia Mayor Prioral, en El Puerto.

Las dos costaleras posan en el interior de la Iglesia Mayor Prioral, en El Puerto. / andrés mora

El Obispado de Asidonia-Jerez estudiará la queja que presenten las costaleras portuenses afectadas por la decisión de dos hermandades de El Puerto, las de La Borriquita y La Soledad, de no permitir este año las cuadrillas mixtas en sus procesiones, que salen a la calle el Domingo de Ramos y el Viernes Santo, respectivamente.

Así lo anunció ayer el delegado diocesano de hermandades de la institución religiosa, Joaquín Perea, quien también indicó que nunca se había producido hasta la fecha un precedente similar.

Las redes sociales echaban ayer humo tras publicarse la queja de las costaleras

El delegado diocesano también aclaró que de momento no había llegado hasta el Obispado ninguna reclamación de estas mujeres, aunque según afirmaron ellas, darán este paso en los próximos días. Sí se han dirigido ya al delegado diocesano los responsables de una de las hermandades implicadas en esta polémica, aunque Perea no quiso hablar de cuál se trataba, para explicar que en su caso el asunto se había visto incluso en Cabildo, con la intención de aportar toda la documentación necesaria para justificar la decisión de apartar a las mujeres de las cuadrillas este año.

Joaquín Perea quiso restar hierro a esta polémica y aseguró que el asunto se abordará "con normalidad", señalando también que son pocos los casos de cuadrillas mixtas en las hermandades de los municipios adscritos al Obispado.

El día anterior también desde el Consejo Local de Hermandades y Cofradías de El Puerto se había querido restar importancia a esta polémica, explicando que se trata de una decisión que compete únicamente a las hermandades, mientras que por parte de una de las cofradías, la de La Soledad, su hermana mayor delegaba todo el peso de la decisión en el capataz, que es el encargado de formar las cuadrillas.

Por otro lado, ni siquiera las propias denunciantes, Maika Anelo y Andrea de la Flor, imaginaban la repercusión que iba a tener su testimonio.

Desde primera hora de la mañana estuvieron literalmente colgadas del teléfono, atendiendo a medios de comunicación de todo el país que a lo largo de la jornada se fueron haciendo eco de la noticia, reproduciendo además en muchos casos la carta escrita por Maika Anelo a sus hermanos de trabajadera, a quienes en términos muy duros les recrimina su falta de apoyo.

Las redes sociales, como no podía ser de otra manera, también fueron caldo de cultivo de esta polémica, con opiniones para todos los gustos tanto en la web de este periódico como en Facebook y Twitter. La gran mayoría de los comentarios eran de apoyo para estas dos mujeres, si bien otros criticaban el supuesto daño que se les está haciendo a las hermandades y trataban de desprestigiar, en algunos casos, la labor de estas mujeres.

La Isla lleva años abierta a la integración con total normalidad

En La Isla, la presencia de mujeres en algunas de las cuadrillas de cargadores que se encargan de portar los pasos en Semana Santa es completamente normal desde hace aproximadamente década y media. Eso sí, sigue siendo una cuestión minoritaria –son todavía pocas las mujeres que se meten bajo los palos– y siguen también existiendo voces reticentes en el mundo de las cofradías y algunas cuadrillas en las que este tema ni se menciona. Pero una mujer, si quiere cargar en la Semana Santa de San Fernando, puede hacerlo perfectamente, tiene opciones. La asociación Jóvenes Cargadores Cofrades (JCC), que es el colectivo más representativo en este sentido, hace tiempo que incorporó a las mujeres a sus cuadrillas. Desde el año 2005. No se hacen distinciones. Ellas cargan igual que los hombres en cuadrillas que integran a unos y otras. Al principio, admiten, fue un tema que costó internamente. Pero desde luego no se arrepienten. Para nada. Su integración –aseguran– ha sido más que provechosa. Además, explica la entidad, las mujeres que cargan en esta asociación son verdaderamente ejemplares. No solo no hay nada que reprocharles sino que hasta se aplaude su trabajo bajo los pasos. Hoy, este colectivo de cargadores –que históricamente ha ido además siempre un paso por delante al apostar por los jóvenes– defiende a ultranza la integración de la mujer, que por cierto en La Isla se ha llevado a cabo con bastante normalidad y sin despertar polémica alguna. Hay además otras cuadrillas en La Isla que llevan mujeres –Borriquita o Desamparados, por ejemplo– y algunas incluso desde antes que la JCC. Para el presidente de este colectivo, Juan Pedro García López, es lamentable que hoy día ocurran cosas como lo que ha pasado en El Puerto. “Me apena que al final las cofradías salgan en los informativos de televisión nacionales por cosas como esta”, advierte. Y desde la asociación JCC se condena abiertamente que se excluya a las mujeres de las cuadrillas en las que llevaban años cargando. “Es algo que no entendemos”, afirma. “Y nos parecen retrógrados algunos de los argumentos que se han expuesto como cuando se habla de evitar roces”. Desde la JCC se aferran a los resultados que ha tenido en el seno de la entidad la incorporación de la mujer, algunas “muy activas”, integradas además en la comisión de cuadrillas y otras con la responsabilidad de llevar la voz debajo del paso o incluso una de las patas. En esta entidad –apunta– hay un total de quince socias en la actualidad, de las que cargan once. /A.R

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