Provincia de Cádiz

Nuevos retos, nueva plantilla

  • El director de Navantia en la Bahía, en el corte de chapa del nuevo proyecto para Iberdrola, reclama "gente nueva para afrontar los retos en el futuro"

Los responsables de Navantia y de Iberdrola, ayer sobre la primera chapa que se cortó en Puerto Real para el nuevo parque eólico marino.

Los responsables de Navantia y de Iberdrola, ayer sobre la primera chapa que se cortó en Puerto Real para el nuevo parque eólico marino. / FITO CARRETO

La dimensión de los trabajos a los que está haciendo frente el astillero de Navantia en Puerto Real ha logrado que todos, en principio, estén de acuerdo en algo: hace falta más plantilla y, sobre todo, joven. Hasta ahora, el defensor casi en exclusividad de este alegato ha sido el comité de empresa de este astillero y, además, aunque después se sumaran los partidos políticos, los representantes sindicales han defendido que ese rejuvenecimiento laboral debe ser inmediato. El motivo, la 'amenaza' del nuevo plan industrial porque, como ayer dijo el presidente del comité, Antonio Noria, "siempre ha significado en la historia de los astilleros cierre de centros y disminución de plantilla y eso, ahora, no puede ocurrir".

Pero, tal vez, lo que no muchos esperaban era que ayer, el propio director de Navantia en la Bahía de Cádiz, Pablo López, lo reivindicara. Explicó que el inicio de los trabajos para el segundo proyecto eólico que la factoría de Puerto Real acomete para Iberdrola supone, además de la consolidación de este astillero en el sector eólico marino, un reto: "Este escenario de actividad debe ser el que suponga para nosotros una mejora en el desempeño, debemos abordar esta etapa como un reto para el desarrollo tecnológico al que nos vemos abocados inevitablemente. Debemos realizar inversiones, incorporar gente joven al sector que nos permita abordar el futuro próximo con mucha más capacitación y asumiendo este reto tecnológico como una de las claves de nuestro futuro". Mensaje directo a la SEPI (sociedad estatal propietaria de Navantia).

Pablo López, director de los astilleros de Puerto Real y San Fernando, no ocultó su orgullo en el corte de la primera chapa para la futura subestación eléctrica para la energética española. El de ayer fue el comienzo de la primera fase del parque eólico East Anglia, que se ubicará en aguas inglesas del Mar del Norte. López explicó que ayer fue el inicio oficial de esta construcción, en la que llevan trabajando meses en los departamentos de Ingeniería y Compras.

Otro mensaje claro que trasladó ayer el director llegó en su agradecimiento a Iberdrola "por haber confiado en el buen desempeño no solo de Navantia sino de todas las industrias auxiliares del sector naval de la Bahía, que está aquí representado con varias empresas".

Dijo rotundo Pablo López que esta subestación para el parque East Anglia One "supondrá volver a demostrar que en la Bahía somos capaces de llevar a cabo proyectos de muy alto valor tecnológico, como lo son los petroleros Suezmax que estamos haciendo con mucho éxito; en San Fernando estamos terminando de construir el BAM para la Armada que pronto pondremos a flote con la ceremonia de botadura del día 30". Pero eso será la semana que viene.

Ayer, todos los presentes, de Iberdrola y de Navantia, asistieron al nacimiento de otra obra que, a diferencia de escenas similares ya vistas con anterioridad, supone que el sector eólico marino ya es parte de la línea de negocio presente y futura de la empresa pública. Así lo vino a decir ayer Diego Palacín, responsable del proyecto de la subestación de Iberdrola. A pie de chapa, explicó que la eléctrica española tiene previstos nuevos proyectos eólicos que están en fase de desarrollo o de obtención de los permisos pertinentes, como los rigurosos estudios ambientales que exige cada país y cada administración.

Todos pasan ahora por una fase previa de ingeniería y licitación a los que, y esto es lo importante, "Navantia será invitada porque desde el proyecto Wikinger nuestra relación es buena, estamos satisfechos y Navantia será candidata a participar en esas licitaciones futuras". Se refería Palacín al parque de Saint Brieuc, en Francia; al de Windanker, en Alemania; o a la fase tres de East Anglia en Reino Unido.

Para reiterar la importancia del hecho vivido ayer, Antonio Fernández, director de proyecto de la subestación de Navantia, dijo que para su empresa "es la consolidación de un nuevo mercado que iniciamos hace dos años con el proyecto Wikinger y cuyo resultado ha sido plenamente satisfactorio para Iberdrola y para Navantia, por eso estamos consolidando ese mercado".

Para Navantia, insistió Fernández, "es un campo interesante para continuar y va a ser una ayuda a la construcción naval, esto va a ser una diversificación". Explicó que este trabajo permitirá la entrada en la factoría de una media de 300 operarios de industria auxiliar, que llegarán a picos de 600 trabajadores. Una industria auxiliar de la que, aseguró, "es de la Bahía de Cádiz y de la que estamos plenamente satisfechos; ha funcionado muy bien el binomio plantilla-contratas".

Entre todos, en los próximos 16 meses, se encargarán de poner en pie, como ya lo hicieran con Wikinger, la enorme estructura que dará vida al parque East Anglia, de 714 megavatios (MW). Del dique puertorrealeño volverá a salir otra subestación offshore, que recogerá la electricidad de los aerogeneradores instalados en alta mar (cuyos soportes o jackets se construyen en el astillero de Ferrol) y la transformará en tensión para después exportarla por el cable que unirá esta subestación con la red eléctrica del Reino Unido.

Desde ayer, por tanto, comienza la cuenta atrás para cumplir con éxito otro hito. Se sabrá el 16 de julio de 2018, cuando la subestación salga de Puerto Real camino del Mar del Norte.

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