Tensión en los puertos

Estiba, claves del conflicto

  • De ellos se dice que son "mafiosos", que cobran todos más de 60.000 euros al año o que es una profesión misógina. Los portuarios creen que el decreto del PP pondrá fin a la dura historia de un sector que se construyó a sí mismo.

Madrugadora operación de descarga de nitratos en La Cabezuela. Son desalojados del buque en sacos y trasladados minutos después a otro barco. Intervienen la fuerza humana y las máquinas.

Madrugadora operación de descarga de nitratos en La Cabezuela. Son desalojados del buque en sacos y trasladados minutos después a otro barco. Intervienen la fuerza humana y las máquinas. / joaquín hernández kiki

Por las manos de los estibadores españoles pasa el 60% de las exportaciones del país y el 86% de las importaciones. Las pérdidas que provocarían sus brazos caídos superan cualquier multa que, desde Bruselas, quieran imponer por el incumplimiento de una sentencia que caía sobre el Reino español en 2014. Desde entonces, Gobierno, patronal y sindicatos andan buscando una salida lo más negociada posible que, de momento, no parece, o al menos así lo defienden desde Fomento, a los burócratas de Bruselas.

En una semana considerada crucial en el desarrollo del conflicto, mejor será asentar las claves de un sector que maneja los hilos del movimiento de mercancías del país.

¿Qué es la estiba?

Todo hace pensar que antes de que existieran estos trabajadores especializados en el manejo de la carga y descarga de los buques, estas labores las hacían las tripulaciones de las embarcaciones, dirigidos por los oficiales de los buques. Esta necesidad acabó dando paso a la especialización de grupos de trabajadores locales. Estos trabajadores, como era habitual desde la Edad Media, acabaron formando gremios. De ahí los estibadores, un grupo tan fuerte que se hizo merecedor, con el tiempo, del sobrenombre de portuarios, como si realmente fuera el único oficio que se maneja en los cantiles de cualquier muelle. Su labor es ocuparse de la perfecta ubicación y distribución de la carga en el interior de un buque. A día de hoy, el 80% de este trabajo se lleva a cabo con máquinas, el resto se carga a pulso.

El origen del conflicto

Diciembre de 2014. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) publica una histórica sentencia que supone el fin de una manera de funcionar de los puertos españoles. Las navieras y las empresas estibadoras llevan toda la vida criticando este sistema y la sentencia del TJUE abre las puertas a un cambio que ellos consideran necesario para el justo desarrollo portuario español. Bruselas considera que el actual sistema español de estiba otorga una serie de privilegios a los estibadores.

¿Cuáles serían esos "privilegios"?

1.Costes por encima de la media europea. Se calcula que los costes de estiba en España suponen un 53% del total del coste total de la manipulación de las mercancías. Bruselas esgrime estudios que indican que en los grandes puertos europeos esta cifra supone de media únicamente tan sólo un 38,8%.

2.Sistema rígido de contratación. Las empresas estibadoras, en Cádiz son Agencia Marítima Portillo, Compañía Gaditana de Contenedores, Ership Cádiz, Terminal de Carga Rodada de Canarias, Terminal Polivalente del Puerto de Cádiz y UTE Port-Cádiz, no pueden contar con su propio personal estibador, ya que están obligadas por ley a ser accionistas de las Sagep del puerto correspondiente y a contratar a sus trabajadores para la carga y descarga de buques.

3.Rigidez en el acceso a la profesión. Se considera muy difícil el acceso a la profesión a aquellas personas que no tengan vinculación alguna con los estibadores que ya están en plantilla.

4.Sueldos "altos". Estudios solventes indican que en un puerto como el de Algeciras, el 80% de la plantilla supera los 80.000 euros anuales. En Cádiz las cifras distan muchísimo y un estibador de escala media, especializado en medios mecánicos pueden llevarse a casa una media de entre 30 y 35.000 euros anuales, haciendo hasta doce jornales semanales, la mayoría de ellos en horas muy lejanas a la franja laboral de un funcionario medio.

¿Qué plantea el decreto que defiende el Gobierno de España?

El Gobierno se ha visto forzado a comprometerse con Bruselas a efectuar un cambio legal que se ha iniciado con la aprobación del un polémico decreto ley este mismo viernes. El borrador liquida las sociedades de estiba (Sagep) y el registro de estibadores reduciéndolo todo probablemente a una especie de empresa de trabajo temporal (ETT). Los sindicatos ya habían propuesto, como alternativa, al Gobierno un registro nacional de trabajadores portuarios, que Fomento afirma que ha rechazado la Comisión Europea. Otra línea roja que plantea el decreto es un periodo transitorio de tres años para que desaparezca el actual régimen. Los estibadores piden, como mínimo, que no sean tres sino siete años, pero, según Fomento, Bruselas no lo permite.

¿Por qué el radical rechazo de los estibadores?

Los portuarios rechazan la reforma del sector porque creen que detrás hay un ERE encubierto. Los estibadores ven que después del decreto, los empresarios de la estiba podrán contratar libremente en el mercado de trabajo y a jornales más baratos, algo que redundaría en la calidad del servicio y en las garantías de cumplimiento con estos empresarios. Los más de seis mil trabajadores de la estiba de los 48 puertos españoles creen que en ese período transitorio de tres años todos quedarán en el paro y su trabajo lo terminarán haciendo personal sin cualificación y a precios irrisorios. Los estibadores defienden que este abaratamiento de costes tan sólo beneficiará al empresario y no al destinatario final de la mercancía.

¿Quién pagaría este especie de ERE?

El decreto contempla que serán las Autoridades Portuarias las que tendrán que hacerse cargo de las indemnizaciones por los despidos, de manera que se financiará con dinero público, algo que rechazan, en principio, los partidos de izquierda en bloque.

Mitos y leyendas de la estiba

En torno a esta profesión rondan tanto "mitos" como "falsos privilegios". En la calle, la pregunta habitual es "¿son realmente una mafia?", "¿Es una profesión que va de padres a hijos?", "no todo el mundo puede llegar a ser portuario", "cobran todos más de 60.000 euros al año" o "si eres mujer, olvídate de ser estibadora". Luchar contra estos mitos es harto complicado y, el que los divulga, adolece de datos reales. Cierto es que la unión les ha hecho fuertes y fuertes se mantienen. En sus manos está sacarle el mayor partido y rendimiento a infraestructuras portuarias que al Estado le ha costado millones de euros.

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