Cada estadística laboral publicada evidencia cómo Cádiz, lejos de emprender la senda de la recuperación económica, sigue ahondando su particular pozo del desempleo. Cuando parece que las tasas han tocado fondo e incluso esbozan un cambio de tendencia, siempre aparece un margen providencial para empeorar. Ayer lo demostró la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre del año, que deja en la provincia un récord de 183.200 parados, 5.500 desempleados más que en el trimestre anterior (un 3,1% más) y 1.400 parados más que en el primer trimestre de 2010 (un 0,8% más). Si hace justo un año Cádiz alcanzaba la tasa de paro más alta del país, con un 31,8%, en el arranque de este ejercicio empeora hasta el 32,7%. Desbrozando la estadística: casi 33 de cada 100 gaditanos en edad y disposición de trabajar (la población activa) no tiene empleo en estos momentos. Es la peor situación del mercado laboral desde que empezó la crisis en 2008. 

La provincia sigue encabezando esta particular clasificación nacional, aunque las vecinas Huelva (32,9%) y Málaga (32,7%) le han superado por unas décimas, impulsando a Andalucía como la comunidad con mayor tasa de paro del país. 

La cifra de desempleados ofrecida por la EPA es casi calcada al último registro del paro (181.856 personas en marzo). La diferencia entre ambos indicadores es que EPA es una encuesta que estudia la situación de las familias en lo que a ocupación se refiere, mientras que el paro refleja el registro de demandantes de empleo en la red de oficinas públicas. 

La EPA ofrece dos estadísticas relevantes más: la tasa de actividad, o la gente que trabaja o busca empleo sobre la población mayor de 16 años, es del 56% en la provincia, seis décimas menos que en el trimestre anterior; la tasa de ocupación, que representa a las personas que trabajan del total de la población mayor de 16 años, la masa trabajadora, es del 37,7%, el menor registro de las provincias andaluzas. 

La distribución de datos de desempleo por sexo constata que el problema entre las mujeres sigue siendo más grave. Alcanzan una tasa de paro del 35,1% frente al 30,8% de los hombres. Ambos colectivos, en cualquier caso, están en una situación peor que en el último trimestre de 2010. 

Caen los niveles de empleo en la provincia al mismo tiempo que se engrosa el saco de las personas inactivas (jubilados, pensionistas y estudiantes, principalmente, y personas dedicadas a las labores del hogar o las que sufren una incapacidad permanente): en el primer trimestre fueron 439.600 inactivos del justo un millón de habitantes que representa la población de más de 16 años en la provincia. El registro es un 1,2% superior al del último trimestre y un 3,3% superior al de hace un año, según los datos de la EPA. 

El mercado laboral deja en el inicio del año situaciones familiares problemáticas. El principal exponente son los 62.500 hogares gaditanos en los que todos los miembros de la familia están parados. Es el 15% del total censado; 15 de cada 100 hogares están sobreviviendo a base de subsidios por desempleo -en el caso de que éstos no se hayan agotado-. Comisiones Obreras lamentó ayer que el "fracaso" de la reforma laboral ha creado "ciudadanos de primera, de segunda, de tercera y hasta de cuarta, porque ahora se diferencia entre trabajadores, trabajadores en precario, parados que cobran prestación y desempleados que han agotado su prestación". En la otra cara, hay 182.100 hogares (43,4%), cuya totalidad de integrantes tiene un trabajo. 

El primer trimestre es un mes tradicional de baja empleabilidad. El fin de las contrataciones navideñas se une este año a la peculiaridad del retraso de la Semana Santa. El análisis de la ocupación por sectores deja como nota positiva un repunte en las altas en industria, con 500 trabajadores más que en el último trimestre de 2010 y casi 2.000 más que hace un año. Sirva como un final amable.