El sector de Sanidad del sindicato CSIF Cádiz pidió ayer la "dimisión inmediata" del director de la unidad de Urgencias del Hospital Universitario de Puerto Real, dada "su nefasta gestión del servicio". Así se lo comunicó el sindicato a la gerencia del centro hospitalario durante una reunión.

Según explica CSIF en un comunicado de prensa, desde su nombramiento como director de la unidad de Urgencias, la relación con los profesionales ha sido "inadecuada, con una pésima gestión del servicio". Además añaden que "a lo largo de los últimos años ha empeorado la comunicación con los trabajadores, alejándose del conocimiento de la realidad del servicio y dejando de participar en el trabajo diario del servicio de Urgencias del hospital".

La sección sindical de CSIF en el centro hospitalario de Puerto Real considera que el director de Urgencias, en los últimos años, "ha sido incapaz de resolver los problemas de gestión que han ido surgiendo, delegando sus funciones en otros profesionales y sin asumir sus responsabilidades como director de un servicio tan básico y esencial para la ciudadanía". En el mismo comunicado, el sindicato pone como ejemplo que en los últimos meses, a pesar de las advertencias de los profesionales, no se ha solucionado el problema derivado de la escasez de especialistas. "El ambiente de trabajo del servicio ha empeorado tanto que los médicos acaban yéndose, y a los que llaman, no quieren venir", aseguran.

Una de las principales carencias que está provocando el rechazo de la plantilla es la "nula planificación" de las jornadas de trabajo y los turnos. CSIF dice hacerse eco que las quejas de los profesionales de urgencias que muestran su disconformidad con las "duras y caóticas jornadas que tienen que realizar, con planillas de turnos que se entregan a los profesionales sin la antelación suficiente y perjudicando de forma ostensible el derecho a la conciliación familia".

Una de las críticas que lanzan es que el personal de Urgencias es llamado por los responsables del servicio con sólo 24 horas de antelación, "obligándoles a tener el teléfono siempre operativo a la expectativa". También denuncian la cobertura de turnos con personal médico en formación y no por médicos adjuntos, como marca la normativa en vigor.