En medio siglo de investigaciones los agentes de la Brigada de Estupefacientes han logrado incautarse de 310.000 kilos de cocaína, 750.000 de hachís, más de 5.000 de heroína y más de 3 millones de pastillas MDMA. En la actualidad, la Brigada Central la componen 120 hombres y mujeres.

Este medio siglo está galardonado con innumerables éxitos, logrados durante décadas por la Brigada, un grupo altamente especializado que constituye un ejemplo para las agencias internacionales dedicadas a esta labor pionera en la investigación y persecución del tráfico ilegal de estupefacientes.

Cabe destacar que la Brigada batió en 2017 un récord histórico de aprehensiones de droga, con 447 toneladas, un 30,7% más que el año anterior. Su Majestad el Rey, incluso, visitó las instalaciones con motivo del 50 aniversario de su creación.

La Brigada Central de Estupefacientes se ha convertido durante estos años en referencia en la lucha contra el narcotráfico, estudiando las nuevas rutas de entrada de droga y los últimos métodos que utilizan los narcotraficantes para introducirla. Los datos manejados por la Brigada Central de Estupefacientes ponen de relieve que el crimen organizado en la actualidad se caracteriza por una gestión transnacional y por su continua capacidad de adaptación al entorno en el que se desarrolla su actividad criminal acomodando sus formas de actuación para intentar pasar desapercibido y eludir la actuación policial y judicial.

Es una institución pionera en pautas de investigación contra la droga. Así, la Brigada Central de Estupefacientes de la Policía Nacional, creada hace ahora medio siglo, fue pionera en España en la investigación y persecución del tráfico ilícito de estupefacientes, tanto por su función legislativa como por establecer nuevas pautas de investigación.

El fundador de la Brigada Central de Estupefacientes fue el comisario José María Mato, quien es considerado un excelente policía que supo anticiparse a su tiempo, con estructuras policiales ahora normales, pero que en su momento supusieron una revolución en la forma de trabajar de la Policía.

"Se trata de medio siglo luchando contra un cáncer que poluciona la sociedad llevando a los consumidores y adictos a echar por tierra tanto sus vidas como en muchos casos las de sus propias familias, razón de la comisión de una gran parte de los delitos contra la propiedad y las personas y que empuja a las personas a su peor versión y a realizar actos absolutamente reprochables mientras unos pocos se enriquecen con el dolor colectivo", se destaca desde el Cuerpo Nacional de Policía.