TEODORO LÓpez Calderón. almirante JEFE DEL ESTADO MAYOR DE LA ARMaDA (ajema)

"Andalucía es la región con mayor presencia de la Armada"

  • El máximo responsable de la Marina española explica las previsiones de organización de la plantilla bajo su mando y analiza los nuevos desafíos estratégicos globales

Al despacho del almirante general Teodoro López Calderón, máximo responsable de la Armada española, se accede por una fastuosa escalinata imperial en mármol de Carrara. Sin embargo, sus ventanas dan a la madrileña calle de Montalbán, dramaturgo que, allá por el XVII, ya se cuestionaba: "De que sirve,decid, hacer alarde, flores, de vuestros vanos resplandores". Tan singular paradoja metáfisica entorna el lugar de trabajo de este marino, con una permanente mirada analítica y que se expresa con resuelta seguridad y detalle.

-Primera pregunta obligada: de las 20.000 personas bajo su mando, ¿cuántas sirven en Andalucía?

España ha ofrecido su disponibilidad para acoger en Rota el Cuartel General Marítimo de la UE"La promoción de cabos y cabos primeros es una de las prioriodades que nos planteamos"La pérdida de personal civil es una tendencia que ha comenzado a cambiar desde el 2016"La amenaza de los actores no estatales violentos estriba en su acceso a los nuevos medios tecnológicos"

-Andalucía es la región española con más presencia de la Armada. Tenemos 8.000 miembros destinados en ella, principalmente en Cádiz. Además, los puertos andaluces son destino frecuente de nuestras unidades navales.

-¿Y cuál sería el impacto economico de la Armada en los sectores andaluces?

-Es muy difícil concretar ese impacto que supone la presencia de este personal en la región. Se centraría principalmente en los efectos derivados de las familias del personal de la Armada residente allí, así como de la presencia y mantenimiento de los buques desplegados.

-Ha destacado que Cádiz es la provincia andaluza con mayor concentración de instalaciones de la Armada, pero ahora se baraja que el Cuartel General de la Flota en Rota, se convierta también en Cuartel General Marítimo de la Unión Europea, tras la salida del Reino Unido. ¿Van los hechos en esa dirección?

-El pasado noviembre, España, a través de la ministra de Defensa, Dolores de Cospedal, confirmó a la Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini, la continuación del apoyo a la Operación Atalanta y reiteró nuestro firme compromiso con la directrices de la PCSD europea. Como parte de ese compromiso, se ha mostrado la disponibilidad de España para acoger el Cuartel General Operativo que cita, a fin de que, tras la salida del Reino Unido, la UE mantenga el número de órganos de este tipo que posee en la actualidad. No se trata, sin embargo, de convertir el Cuartel General de la Flota en Cuartel General de Operaciones de la UE, sino de generar uno, cuyo núcleo de Estado Mayor provendría, en parte, del personal de los estados mayores operativos ya ubicados en Rota. Además, no sería un cuartel general exclusivamente marítimo sino más bien conjunto; como todos de los que ya dispone la UE.

-Usted se muestra partidario de implantar medidas para una cultura de progresión profesional que facilite el acceso a la estructuras de dirección a las personas que hayan demostrado tener las mejores cualidades. ¿Entiende que tal situación no se daba en su justa medida?

-La Armada ha preservado durante años una cultura corporativa basada en nuestros valores y principios, los cuales configuran el "alma" intangible de la Institución. Indudablemente, la progresión profesional ha sido siempre principio esencial de nuestra cultura, íntimamente ligado a la motivación y compromiso de los miembros de la Armada. No obstante, en un contexto de cambio como el actual, las medidas específicas para incentivar esa progresión profesional deben entenderse como parte del proceso de adaptación al nuevo modelo de personal militar, implantado con la Ley de la carrera militar y por otras disposiciones legislativas como la Ley de derechos y deberes, y la Ley de tropa y marinería.

-¿Cómo sería esa estructura de futuro en las fuerzas navales españolas?

-Ese nuevo modelo supone cambios significativos en las trayectorias profesionales de los miembros de la Armada, que es necesario ajustar para satisfacer con eficacia los requisitos y necesidades de nuestra Institución, de las estructuras operativas de las Fuerzas Armadas, y del órgano central del ministerio de Defensa. En cuanto a la selección de los más capacitados e idóneos para ocupar puestos de mayor responsabilidad, disponemos de procedimientos y procesos regularizados, que permiten seleccionar a los que demuestren mayor capacidad y mérito, según criterios de valoración fijados en la normativa del ministerio de Defensa y la específica de la Armada, que son de libre acceso a los interesados.

-La revisión de la Ley de Tropa y Marinería siguen aún en curso y se espera a sus conclusiones para reformar dicha categoría. ¿Existe mayor certeza en cuanto a cómo debe organizarse la carrera militar para suboficiales y oficiales?

-Estamos elaborando trayectorias profesionales de referencia de todos los cuerpos y escalas de la Armada para establecer un modelo profesional estable y ordenado, mediante hitos que sirvan de referencia para el planeamiento y la toma de decisiones. Pero existen también objetivos funcionales en la definición de las trayectorias profesionales. Por una parte, se trata de optimizar el empleo de nuestros recursos humanos en aras de la eficacia de la principal actividad de la Armada: la preparación de los buques, aeronaves y unidades de Infantería de Marina para transferirlos, cuando se requiera, a los mandos operativos. De otro lado, se trata también de satisfacer la necesidad de tener expertos en ámbitos funcionales diferentes al operativo, como sería el apoyo logístico, la dirección y gestión de tecnologías de la información, la investigación militar operativa, la astronomía, los recursos humanos, la inteligencia, la ciberdefensa y la hidrografía, entre otros. En este sentido, potenciar la figura del suboficial es una necesidad para la Armada que se traducirá en la asignación de mayores responsabilidades y competencias. Ejemplo de ello es el ya iniciado acceso de los suboficiales a la especialidad de piloto de aeronaves.

-¿Hay ya conclusiones sobre los incentivos para la promoción a los empleos de cabo y cabo primero?

-La promoción de los cabos primeros y cabos es otra prioridad de la Armada. Estamos tratando de mejorar sus condiciones mediante acceso a procesos selectivos de promoción interna y con propuestas a las autoridades responsables. Estas comprenderían el incremento de la puntuación por los méritos militares; el aumento de la edad máxima para acceder a los procesos selectivos; la reducción de los tiempos mínimos para el ascenso a cabo primero; la convocatoria de cursos intensivos de apoyo para preparar el acceso a la escala de suboficiales; y la vinculación de los incentivos económicos a la promoción profesional.

-Usted ha reconocido que la plantilla del personal civil de la Armada se ha ido reduciendo y envejeciendo. Destacó además que esos funcionarios poseen una experiencia y conocimiento tecnológico que una externalización de funciones no resolvería, pues supondría menor capacidad ante incidencias y fórmulas de respuesta no siempre adecuadas a los cometidos a realizar. ¿De cuánto personal hablamos y cual será la solución para preservar ese nicho de conocimiento?

-La pérdida de personal civil es un problema derivado fundamentalmente de la limitada oferta de empleo público de los últimos años a consecuencia de la crisis económica. Esta descapitalización, situada en torno al 50% de los efectivos, ha afectado también a los Ejércitos. Dicha tendencia, sin embargo, ha comenzado a cambiar desde 2016, con nuevas convocatorias de empleo público. Paralelamente y para lograr el máximo rendimiento de tales ofertas, se han confeccionado las nuevas plantillas de personal civil, con criterios y prioridades adecuadas para la Armada. No obstante, los efectos reales de estas actuaciones son a medio plazo, habida cuenta de los periodos de convocatoria y cobertura de plazas en la Administración General del Estado.

-El siglo XXI supone un cambio de modelo en seguridad internacional. Se pasa de un mundo bipolar a otro multipolar, cuyo alcance aún no se acierta a precisar ¿Cuáles serían las características mas notables de esa transformación?

-La confirmación de China como potencia mundial cada vez más involucrada en la seguridad internacional, mientras está aún por concretarse el papel de Rusia en el marco de seguridad europeo y asiático. En Oriente Medio, se dirime una lucha por la hegemonía regional entre Rusia, Turquía, e Irán (pese a sus diferencias y rivalidades en ciertos ámbitos); y de otro lado, los Países Árabes con EEUU como aliado. Esa pugna es suceptible de acarrear consecuencias que pueden llegar a desestabilizar toda la región. Evolucionamos hacia un orden internacional donde se atisba una mayor importancia de los actores regionales en los temas de seguridad.

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